Conviene atender a los dos títulos con que aparece este artículo de Caitlin Johnstone en su web personal y en THE CONSORTIUM NEWS aborda dos problemas, de mucha gravedad, y de tremenda trascendencia. Primero, Johnstone, se refiere a la barbaridad que se está perpetrando contra Julian Assange. Ojo: porque parece que nos olvidamos. Se trata de un gobierno que se dice democrático que acosa y atribula a un periodista, simplemente por decir verdades sobre sus actividades bélicas. Y después, la intrépida comunicadora se ocupa de las consecuencias de esta ocultación sistemática que hacen, no ya los gobiernos, que también, sino las sociedades, la gente, de lo que está palmariamente ocurriendo. Las tropelías nada democráticas se conocen. Pero la gente, como dice Caitlin "las compartimenta psicológicamente". Insisto. La gente sabe mucho de lo que está pasando, pero se niega a asumirlo. Como el negar algo no hace que desaparezca, aflora la disonancia cognitiva. Y eso eso que ha psicotizado a las sociedades. La solución es clara y obvia: pasar de la mentira a la verdad. Sí. Se trata de una utopía, pero de esa utopía depende nada menos que nuestra propia existencia. El eximio texto de Johnstone lo señala y recomienda Federico Aguilera Klink, que añade "¿Lo leerán los que practican diariamente lo de barrer debajo de la alfombra? Algunos lo harán"

Luis Portillo Pascual del Riquelme señala en PÚBLICO este oportuno artículo de José Bautista, certificando la humillación que supone, para Europa en general y para el estado español en particular la connivencia con un régimen déspota como es el de Marruecos, simplemente, para que opere como tapón que impidea las migraciones. Injusta y bochornosa situación, por donde quiera que se mire.

En articulo apuntado por Antonio Aguado en PÚBLICO, David Bollero se refiere a algo que a mí, Chema Tante, me parece crucial. La indeferencia, cuando no la complacencia, cuando no la complicidad directa, ejercida desde el poder por psociatas tanto como por pperos, respectoa a la corrupción. Bollero se refiere a un episodio ocurrido en el SALVADOS de Ébole, con el tenebroso Josep Borrell como protagonista. Y yo aprovecho para volver a proclamar que los desmelenados casos de corrupción que se van conociendo de la putrición en la política, son una birria, si se comparan con la magnitud de la realidad.

Ahora entiendo por qué la alfombra va asociada al cine. Las instituciones majoreras pusieron a Fuerteventura de alfombra para que las estrellas del firmamento consiguieran todo lo que pedían por esas bocas durante en el rodaje de Éxodo de Ridley Scott.