
Y a Canarias y sus mal llamados empresarios del turismo parece que se les va a acabar el fuelle... dice certeramente Federico Aguilkera Klink, al señalar este artículo en el que Antonio Turiel en THE OIL CRASH apela al dicho cervantino de la memoria y los truenos. Y digo yo, Chema Tante, que acierta, Aguilera Klink, porque, mientras por otras partes de esas Europas al menos se acuerdan de Santa Barbara al escuchar los truenos y está, deprisa y corriendo, metiendo pasta a mansalva en la investigación científica, en Canarias siguen con sus ensoñaciones de pajaritos en estado de buena esperanza. Esta manada toleta que dirige empresas y gobierna en canarias no tiene ojitos para más nada que para el Turismo Masivo. Aquí, pasta que llegue, pasta que irá al boca a boca de un muerto que no respira porque ha estirado la pata. Y al hilo de lo que cuenta, por enésima vez, Turiel, le diré, a esta insalla totorota que Canarias no podrá resistir la competencia turística, porque la energía, por escasa, se va a encarecer una barbaridad. No hay manera de sostener una actividad tan voraz de energía como es el turismo masivo.