Julián Ayala señala en ENERGÍAS RENOVABLES este super interesante artículo de su redactor jefe, Antonio Barrero. El hombre hace una aleccionadora cuenta de la vieja, aplicable a la realidad económica del estado español. La mitad del ingreso turístico, se va para pagar las facturas de importación de combustibles fósiles. Y yo, Chema Tante, invito a hacer un cálculo similar para Canarias, donde la dependencia energética es prácticamente absoluta. Y donde, además, casi todo lo que nuestro turismo consume, también lo importamos. Para concluir, de esta manera en preguntarnos en dónde está la rentabilidad de una actividad que recibe 16 millones de almas, con 32 millones de prolongados y contaminantes trayectos aéreos, para alimentar las cuentas de resultados de empresas. Pero sin ofrecer trabajo digno salvo a alguna muy poca gente afortunada.