El "bibliocausto" del 30 de abril de 1939 en Madrid (Fernando Olmeda, en NUEVA TRIBUNA y Francesc Tur en SER HISTÓRICO)
No hay alma sensata que no se haya estremecido si ha tenido ocasión de contemplar imágenes de las quemas de libros que perpetraron los nazis en Alemania. Una buena prueba de que el fascismo sabe que su principal enemigo a batir es la cultura. Menos conocido es el hecho de que el franquismo, sucursal del fascismo internacional, hizo lo mismo cuando alzó su felonía contra la república. Un encono contra la cultura que se ha mantenido, no quemando, pero sí obstaculizando, cargando de impuestos, negando todo apoyo, hasta ahora. Porque estos son tan fascistas como sus antecesores. Fernando Olmedo publica en NUEVA TRIBUNA un trabajo que se apoya en otro, más extenso, de Francesc Tur, en SER HIsTÓRICO. La recomendación viene del coherente veterano militante socialista, y ahora autor, Antonio Aguado.