Desde CTXT, Rafael Poch describe la realidad con todo el descarnamiento que la realidad exige, la situación económica y social que sufrimos en este mundo. El neoliberalismo sigue ganado la lucha de clases. Federico Aguilera Klink señala el artículo y él y yo, Chema Tante, comentamos. Con la tristeza del caso.
No voya a decir que ya era hora de que alguien lo dijera, porque yo, Chema Tante -y no he sido el único- llevo mucho tiempo gritando que en esta justicia, lenta, parcializada, complaciente con el poder y dura con la gente desamparada, infectada por la ideología y el fanatismo hay que buscar buena parte de las desgracias que atribulan a los pueblos que gemimos en este estado de derecha. Pero hay que reconocer que Aníbal Marval, en este artículo en PÚBLICO, lo cuenta con especial claridad. Si algo ha habido de positivo en el calvario que ha tenido que sufrir la chica víctima de la infernal manada en aquella triste noche sanferminera; si de algo está sirviendo la -otra vez- estolidez de la y los magistrados de la Audiencia navarra, ha sido que la protesta está alcanzando, por fin, magnitudes morrocotudas. La chica víctima merece la defensa que estamos haciendo de su dignidad atropellada por una sentencia desatinada, pero, miren por dónde, tenemos que aprovechar el impulso para mantener en alto la protesta, porque también se lo merece la legión de personas a las que una justicia desnortada ha sacrificado. Julián Ayala, viejo revoltoso como yo, recomienda este insigne y valiente artículo de Marval, así como dos gráficos. Uno, de autor desconocido, que ya he utilizado en La casa de mi tía y el otro, de María Sande que explica, con la perspectiva de género tan ausente de esta justicia del estado español, la realidad de las víctimas de la bestialidad del macho violador. Ya empezamos a decirles a jueces y juezas que se dejan llevar por su fanatismo o por sus intereses o por ambos y a las juezas y jueces que no lo hacen, pero que callan corporativamente, que hemos aguantado todo esto, por miedo o por pasividad en la brega, pero que has aquí hemos llegado. Hay que protestar contra todas y cada una de las sentencias y las medidas que acosan a la gente solamente culpable de sus ideas o de su pobreza. Con Marval, yo, Chema Tante, afirmo que en los pueblos del estado español todavía queda "un poquito de alma. De pudor. De amor. De ti. De algo." O sea, que hay esperanza, a pesar de tanta miseria.
Salvo que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, sea mejor prestidigitador que político, creo que las conversaciones que ha iniciado para lograr su investidura a la Presidencia del Gobierno no buscan tanto ésta como saber a quién se le hará culpable de repetir las elecciones, argumento central sobre el que girarán todos los mítines en la próxima campaña y que el PSOE rentabilizará al máximo en su pugna particular contra Podemos para conservar la segunda posición que ahora mantiene en el tablero político.
Es de suponer que el presidente perdedor de elecciones hace suyas las palabras que le escriben sus asesores y que él, Paulino, hace que le publiquen en su blog, ese de la bandera de las rayas horizontales. Pues nada, Paulino, no seas tan descarado y aplícate el cuento que le cuentas a los demás.
Creo que hay que mantener las demostraciones de rechazo a esta ley con la que el pío Fernández Díaz y el impío Rajoy pretenden seguir con su estrategia de desmantelamiento de las libertades democráticas. La peperrada se ha propuesto entregar a los pueblos que conformamos el estado español amarrados y amordazados a los fondos buitre y las multinacionales salvajes, para que puedan perpetrar sus desahucios y su explotación laboral con toda comodidad y total impunidad. De entre la inmensidad de materiales que evidencian el rechazo social generalizado a esta ley inmunda, destaco hoy este artículo de Luis del Pino en LIBERTAD DIGITAL. Por todos sus razonamientos pero, mayormente, por su aserto final.