En TAMAIMOS, Raúl Vega comenta las últimas ruindades del genuflexo Clavijo; sus querencias españolistas, increíbles en uno que se llama nacionalista canario; sus amoríos a Soria, inesperadas en un demócrata, pero completamente congruentes en un neoliberal que comparte con el otro bellaco el concepto de la política al particular servicio; y, como plato del día, su negativa a implantar la tasa turística, absolutamente lógica en un sandio de la categoría del personaje.