Más de 15.000 científicos han publicado en la revista “BioScience” un manifiesto de "Advertencia a la Humanidad". Remarcan que "pronto será demasiado tarde para desviarnos de nuestra trayectoria condenada al fracaso, y el tiempo apremia"
¿Se silencia desde el poder el trabajo de los investigadores disidentes y sólo se da crédito y canonjías a los científicos que redactan leyes infames con la Ley del Suelo o firman informes que faciliten la construcción de obras que destruyen nuestros ecosistemas, como el puerto de Granadilla?
Miguel Angel Rodriguez-Gironés, Fernando Valladares, Luis Santamaría, Jordi Moya, Joaquín Hortal y Adrián Escudero publican en el blog CIENCIA CRÍTICA, alojado en EL DIARIO este alegato alrmante. La horda pepera abre la educación pública al retroceso científico. Esto debería hacer reflexionar a padres y madres que entregan a sus hijas e hijos al oscurantismo religioso. El artículo lo recomienda Antonio Aguado.
El portavoz de Sí se puede, Fernando Sabaté, cree que el rechazo del Tribunal Supremo de los siete recursos presentados contra las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a Canarias “es un auténtico atropello y un desprecio contra las instituciones, los colectivos sociales y las voces más reconocidas de la comunidad científica canaria”.
Datos tomados de la Nueva Guía de la Ciencia. Escrita por el difunto científico Isaac Asimov. Última edición en español, año 1993.
Nota de Chema Tante: Transcribo íntegra esta carta de Amaya Moro-Martín publicada en EL PAÍS y reproducida por varios medios, por su indudable interés, y para contribuir al oprobio que se merece Rajoy y su equipo, en especial, en este caso, quienes se responsabilizan de la investigación y de la Universidad. Destaco con especial fruición este cachito de la carta dirigida a todo un presidente de gobierno: "...porque la comunidad científica opera con un código de honor. Si quiere un día se lo explico." Aunque, realmente, yo creo que para explicarle a Rajoy qué cosa es el honor, hace falta bastante más tiempo que un día