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viernes, 19 de abril de 2024 10:24h.
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Política

En defensa de Ramón Tamames. Juan García Luján en su SOMOS NADIE y en la SER / Lechón que no acaba cochino, indino, comenta Chema Tante

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Juan García Luján en su SOMOS NADIE, tiene a bien, y lo mejor que hace, salir en defensa de Ramón Tamames, oponiéndose a quienes critican a tan ideológicamente dfesinquieto y tachan su actitud de demencia senil. Dice mi siempre dilecto García Luján que toda persona tiene derecho a asumir actitudes, y que la edad no tiene nada que ver en el asunto. Y yo, Chema Tante no seré quién discuta tan sólido argumento, pero sí seré quién diga que no es pertinente. Fallan quienes dicen que Tamames está gagá. Falla, a mi juicio, mi amigo, al traer el edadismo a cuento. Porque yo sostengo que el ridículo que va a hacer Tamames en el Congreso no lo hace por pureta, sino por tolete. Tolete y traidor. Porque cuando Tamames, allá por los ochentas, se fue de la izquierda para enredarse con UCD, todavía estaba nuevo. Y, para quienes no lo sepan, UCD era tan facha, franquista y desalmada como lo es ahora VOX. Tamames es viejo, pero su error no es senil. Su error es que este tipo, con todo lo que parece habere estudiado, no tiene ni idea de lo que es el comunismo. Suele pasar.

Firmas

Carne cochino y regeneración de la cosa - por Salfumán

Ahhh, dónde quedaron aquellos días de ebriedad y esplendor, ahítos de poder, exhibiendo la fuerza de su codicioso nacionalismo inmobiliario, las calles se asfaltaban a su paso, las tierras se recalificaban con solo mirarlas, mientras paseaban por amplias avenidas y auditorios dedicados a sí mismos, con un blasón de alcalde, de concejal, de parlamentario, recogiendo el adulamiento de los suyos, inmortales como chiquillos, perico y champám con chicharros fritos, y el pubis de lujo de alguna muchacha balcánica saliendo de una gigantesca tarta de cumpleaños.

Política

Callado cual cochino, Rajoy nos mete en otra guerra

Yo sobre esto, tengo que decir que tanta culpa como estos energúmenos la tenemos nosotros, que toleramos que estas cosas ocurran. Como dice Joaquín Rábago en LA OPINIÓN, este tipo, Rajoy, busca sus quince minutos de gloria. Como el otro tolete, se siente un hombre de estado de altura, porque puede codearse con los gobernantes de los grandes países.