Boaventura de Sousa Santos ofrece en PÚBLICO en traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez, este profundo texto. Lo señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Y yo, Chema Tante, agrego que esto que dice el profesor portugués es lo que venimos diciendo La casa de mi tía y sus puntales. La guerra de Ucrania, como todas las guerras desatadas o mantenidas por el imperialismo, es un negocio. Por eso granujas como Biden o Borrell aúllan su mensaje de la guerra total. Cuanto más guerra haya, más sonarán las campanitas de las cajas registradoras de los negociantes del dolor, los fabricantes y traficantes de armas. Y no dejaré de mencionar a Sánchez, que está sirviendo a esta malvada operación.  Y que de esto, todo el gobierno del estado español es corresponsable,

Alejandro Floría Cortés señala en el THE OIL CRASH de Antonio Turiel este artículo de Eduardo García Díaz sobre el ineludible tema del decrecimiento. Eduardo se apoya en los conceptos de complejidad de Edgar Morin para construir un reanimador alegato en defensa de las teorías decrecentistas. En definitiva, que hay vida posible, aun renunciando al crecimiento como dogma de la estabilidad económica. Pero, eso sí, apelando al desarrollo científico.

Dicen los que se dedican a eso de la interpretación de los colores y sus posibles significados, que el violeta no denota una coloración específica ni precisa, sino que designa a una familia de colores similares entre sí. Que es el color de la templanza, la lucidez y la reflexión. Que transmite profundidad y experiencia, y que tiene que ver con lo emocional y lo espiritual.