En este sustancioso artículo que publica en DIARIO DE AVISOS Jorge Berástegui, asunto de la maloliente moción de censura protagonizada en el ayuntamiento chicharrero por Evelyn Alonso, Jorge Berástegui toca varias teclas del análisis político. Y yo, Chema Tante creo que Berástegui demuestra mucho conocimiento del tema y mucha prudencia, cualidad lamentablemente poco frecuente en estos tiempos. Prudencia que se refleja en esa distancia que toma respecto al chavismo venezolano, del que, con todo su derecho, discrepa pero reconoce hacerlo desde lejos. El articulista incluso beneficia en algo a la concejala tránsfuga, a la que concede el beneficio de la duda y libera de alguna manera de la venalidad financiera en su acción. En todo caso, hay que decir que la motivación política, equivocada, pero respetable, de la concejala díscola, si existe, no la exime de responsabilidad, dado que ella no se habrá movido sino por su irracional sentido ideológico, pero ha dado vía libre de nuevo a la rapacidad de la coalición poco canaria y mucho corrupta. A menos que prefiera mirar para otro lado, ya verá la flamante árbitra de la política municipal de Santa Cruz de tenerife, las consecuencias de devolverle la llave de la caja a Bermúdez. Casi nada. Desde luego, aquí le haremos ver a Alonso como su error ha perjudicado los intereses de la gente.
“Siempre he creído que primero están las personas y luego los partidos políticos. Por eso, después de esta etapa que finaliza y en el contexto político que estamos viviendo, quiero dar mi apoyo a la candidatura que representa Avante y Santiago Pérez”.
Y lo dice un concejal de un ayuntamiento que ha sido condenado en varias ocasiones (el ayuntamiento, no el concejal) a "comerse" los trabajadores de empresitas a las que adjudicaron servicios, por FRAUDE DE LEY, una de las fuentes de la actual precariedad laboral en este Ayuntamiento.
Los afectados se preguntan si se trata de incapacidad, negligencia, casualidad o algún interés en que esta denuncia no siguiera su curso.