¡Ahora me va a vender a mi Román que es de izquierdas y su nacionalismo progresista! Lo otro, lo de los cuatro años que estuvo paseando la cartera de Coalición Canaria por el Parlamento, como Presidente del Gobierno de Canarias, era solamente una cuestión laboral, no de partido ni ideológica.

En el preámbulo de la Constitución francesa, intitulado “Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano”, se recogen tres principios de la Revolución: Liberté, Égalité, Fraternite (Libertar, Igualdad y Fraternidad). Sin embargo, esos principios universales para el hombre y, en consecuencia, para todos los pueblos del mundo, la república francesa no los reconoció a las poblaciones de sus colonias, sino que las sometían –y aún someten– por la fuerza de las armas y bajo un sistema feudal, quizás más inhumano que el que repelieron y combatieron en la metrópoli.