Federico Aguilera Klink recupera este valioso texto de Carlos de Prada, de 1997, que me da pie a comentar una vez la desgracia de la corrupción,
Martín Cúneo en EL SALTO, vuelve sobre la conocida, nunca resuelta miserable realidad de la coyunda obscena entre gobernantes y grandes empresas. En este caso, las eléctricas. Federico Aguilerea Klink, lo señala y exclama ¡Dicen que estamos en democracia! y yo, Chema Tante, lo comento.
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20 MINUTOS ofrece un breve vídeo en el que detallan algunas de las empresas de contrucción o distribuidoras que aparecen en el barcenazo. Claro que esas empresas se han apresurado a desmentir que ellas, qué va, cómo se les ocurre, hayan aportado esos dineros. Y, por supuesto que es imposible de probar. Pero tan imposible como remover de nuestras mentes el absoluto convencimiento de que lo hicieron. Y lo siguieropn haciendo. Porque de esas entregas de dinero corrompido devino su fortaleza económica. Y no es un convencimiento gratuito...
Lo que dicen en DIAGONAL aporta detalles clarificadores sobre la trama de la corrupción pepera. Si uno contempla la obsesión por privatizar la sanidad, entiende más la cuestión.