Morgan, en CANARIAS 7 dibuja una inconfundible Cospedal en una viñeta que deja claro el cinismo Ppero en cuanto a la financiación de las pensiones y demás asuntos sociales...
Según Carmen Valido, diputada de [email protected] Podemos, “éste podría ser uno de otros tantos casos en los que se evidencia cómo el PP ha parasitado las instituciones en su beneficio y cómo sus altos cargos aprovechaban su situación de privilegio para hacer negocio privado en contra de la ciudadanía”.
Cospedal con Mattis, el del Pentágono, hablando de sus negocietes
Juan García Luján señala en EL CONFIDENCIAL esta ominosa información que nos ofrece Ángel Villariño. Cospedal sigue la estela de su antecesor, el mercader Morenés y hace sus pinitos en el ramo. No creo que nadie pueda escapar a la sospecha de los grandes intereses particulares que rondan estas compras de materiales para matar.
La deriva del accidente del Jak 42 es otro ejemplo de las políticas de partidos del “orden” que se descomponen
El gentuallo se arrejunta
Los gestos explican las cosas. Si alguien dudaba de las afinidades de ciertos barones del PsoE con quienes deberían ser sus adversarios irreconciliables, véase la oferta de Cospedal a Page en Castilla La Mancha, que cuenta EUROPA PRESS. Achamán les cría y se juntan, con toda tranquilidad.
¡Será caradura la musa del PP, ese berringallo que se apellida COSPEDAL!
Antonio Aguado recomienda esta interesante información que publica F. Medina en EL PLURAL. Aunque las altas instancias no cejan en su empeño por dejar impunes a la gente delincuente, las acusaciones retoman lo que dejó Ruz, a ver si es psoible empapelar a Acebes, Cospedal Rajoy y compañía.
En las anteriores eleccionales españolas, el caballo de batalla del PsoE era que había que "pararle las patas a la derecha" y éramos mucha la gente que advertíamos que, al final, la agrfesión neoliberal se iba a recridecer, con uno u otro partido. Ese deliema es el que prevalecerá en las próximas. Y las propias cabezas peperas y psociatas no se cortan un pelo en reconocerlo. Está claro que si la izquierda, unida o colaborando, no llega a una mayoría que le permita gobernar, el pacto entre la derecha declarada y la derecha subrepticia, es un hecho