Entre la catarata de testimonios de indignación y dolor suscitada por la salvajada terrorista en Barcelona, no podía faltar la reflexión siempre sensAta del editorial del mexicano LA JORNADA, que trae Francisco Morote, de ATTAC Canarias. El texto insiste en que este nuevo de insensata violencia debe enmarcarse en la escalada que se ha montado entre los estados occidentales y el ISIS. Una escalada que debe terminar. Y yo, Chema Tante, proclamo que esta tragedia de doble sentido no terminará, en tanto las "democracias" del mundo avanzado no entiendan que su acción agresiva contra otros países, antaño colonizados y ahora postcolonizados, tiene que ser sustiuída por una acción solidaria. Y, más que solidaria, justiciera, porque con ella se devolvería a los pueblos saqueados todo lo que se les ha arrebatado.

Hoy, más que nunca, resulta apropiado refrescar la memoria de los ciudadanos que vivimos en un archipiélago ubicado en el Océano Atlántico y, que, conforma parte de la Macaronesia, junto con los archipiélagos de Azores, Madeira, Salvajes y Cabo Verde; conjunto de islas más austral y occidental de Europa. Las Canarias, están ancladas al noroeste del continente Africano; también conocidas como las Afortunadas; antes de continuar la presente exposición, resultaría apropiado hacer una somera referencia histórica de dichas islas.