Es cierto que ante la indignidad y la crueldad del capitalismo, algunos burgueses (los mejores y más capaces) se pasan a las filas del proletariado revolucionario. Marx y Engels, por ejemplo. Son la excepción claro. La mayoría de los burgueses (y, sobre todo, de los pequeños burgueses) que se visten "de izquierdas" solo nos traen lo peor de su clase: afán de protagonismo, componendas, sectarismo, chalaneo, reformismo... Sean abogados, funcionarios universitarios o tenderos, se presentan siempre en el papel de "conductores", de jefes, de generales. Nunca de tropa, claro.
Al paso de quince años con ininterrumpidas publicaciones periodísticas, ajenos empujes me forzaron a una parada. Mas héteme aquí y hoy, estimado lector, reemprendiendo con timidez, esfuerzo físico y recato la actividad de la escribanía tras la cuarentenal permanencia en tintero seco...
Aunque cabe la posibilidad de que todo sea una muy organizada estrategia para desviar la atención ante el aparente desajuste interno del PP por el tema de los sobres (por cierto: ¿lo denunció algún político?), el señor Aznar tiene derecho a volver a la actividad política...