La casa de mi tía

Gonzalo Ferre, responsable de ADIF, responsable de la seguridad de los trenes
No sale ni un dato técnico. Nada justifica las llamadas a la prudencia "por respeto a las víctimas". Ya empiezan a escurrir el bulto los auténticos responsables de esta catástrofe dolorosa. Pero las declaraciones enchumban cada vez más a los culpables. El presidente de ADIF ha dicho con toda claridad: "El tren debió frenar 4 kilómetros antes' "La responsabilidad del maquinista es controlar la velocidad del tren" "Todos los mecanismos de seguridad funcionaron" "ADIF investiga por qué el tren no deceleró automáticamente". Con el tren de Santiago están haciendo lo mismo que con el avión de Barajas. Entonces, le cargaron los muertos a los pilotos muertos también. Ahora, aunque siga vivo, pretenden cargarle los muertos al maquinista. Pero las personas muertas o heridas, las víctimas, el dolor de las familias, hay que ponerlas también en el debe del ultraliberalismo criminal. Entre recortes y lo que hay que guardar para los sobornos, comisiones y negros sobresuledos, no queda nada para la seguridad.