“Escocia regresará al corazón de Europa como país independiente”, Nicola Sturgeon, ministra principal escocesa
Lo escribió en el THE NATIONAL escocés y un montón de medios en el reino de Felipe el último han corrido a reproducirlo. Pero lo importante en verdad de lo que dice la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, no es que el pueblo escocés quiere seguir formando parte de la Unión Europea, que allá cada quien con sus voluntades. Lo que importa es que ese pueblo está justamente irritado, porque se le obliga a salir de la Unión, porque en el resto de naciones del Reino Unido el Brexit salió ganador, a pesar de que en Escocía fue a la inversa. Eso es lo importante. Y no creo que nadie sensato se le escape la similitud con lo que pasa en este estado imperial español. Hay cosa que atañen a cada territorio, que no pueden ser decididos por el resto. Por menos de eso han encarcelado y vituperado a mucha gente en este estado del rencor y el fanatismo. Lo digo yo, Chema Tante y lo diré hasta que me muera.
Los escoceses han acudido libremente a las urnas y han votado mayoritariamente por seguir unidos al Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte
Los pueblos que gemimos en el estado español, contemplamos con fuerte envidia lo que ha pasado en Escocia este 18 de septiembre. Mientras en este estado de derecha se considera a las ciudadanas y a los ciudadanos en minoría permanente de edad, cuya voluntad no debe ser atendida, más que cada cuatro años, con la suprechería de unas elecciones distorsionadas por campañas pagadas con dineros mal habidos. En cambio, en Gran Bretaña se ha permitido a la gente expresarse. Y no ha ocurrido ninguna desgracia. Todos los argumentos contra las consultas de autodeterminación, se derrumban y aflora la verdad: la derecha no permite que el pueblo se exprese, porque le teme a los resultados.
En el digital mexicano LA JORNADA y en la página de ATTAC, encontrarán este sensato artículo de Alejandro Nadal que nos recuerda que en la consulta escocesa se dirime algo más que la voluntad de un pueblo de que su identidad cristalice por sí misma o de seguir manteniendo su destino unido a otro. La arremetida neoliberal y la sumisión de los partidos de derecha -declarados o no- han impelido a mucha gente a rechazar mantenerse en estados que arrollan las libertades ciudadanas y los derechos políticos. En Escocia, las filas de independentistas se han visto engrosadas por la cantidad de gente que denostan las prácticas autoritarias, sujetas al poder económico, de la derecha.
José Carlos Mauricio no es un sujeto de mi gusto. En lo personal, me tiene sin cuidado, pero en lo político, creo que ha sido un elemento nefasto para Canarias. Pero ello no me impide negar su altura intelectual y su sindéresis. Qué lastima que este hombre no haya aplicado su claridad de ideas en la buena dirección. En fin. Creo que este análisis que hace, desde LA PROVINCIA y la opinión, del barranco en que se ha metido Europa, por los forcejeos de Escocia y Cataluña por liberarse de sus ataduras artificiales, es de los mejores que he leído. Y por eso lo recomiendo.
