Estos meses desde el inicio de 2017 han estado marcados por un rebrote de la conflictividad de la clase trabajadora como defensa ante la austeridad y los ataques de la desregulación de la economía que la Unión Europea, los tratados internacionales de comercio y el Gobierno del PP están imponiendo.
Desde ATTAC España señalan en REBELIÓN este revelador artículo de Ignazio Aiestarán que descubre las relaciones directas que se dan entre el acoso a determinados ámbitos laborales -en este caso, la estiba y las estrategias neoliberales de globalización. Con China detrás de todo, que para eso se ha convertido en la dueña financiera -es decir, material- del mundo. Claro que en este forcejeo, algunos estados pelean con mayor fortaleza y otros, como el estado español, completamente indefensos.
¡NI UN PASO ATRÁS!
Las Cortes rechazan el decreto-ley de privatización de los puertos Con los trabajadores de la estiba, en defensa de sus derechos y aspiraciones:
El diputado Paco Déniz explica que el Ministerio de Fomento pretende justificar esta nueva normativa amparándose en una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que obliga a modificar la legislación. “Sin embargo, Fomento se ha olvidado del preacuerdo al que se llegó en la negociación que inició entre patronal y sindicatos después de publicarse esa sentencia”, cuya aprobación estaba prevista para el día 7 de febrero, y en la que se desarrollan las bases de una modificación legislativa.
Que las prisas no son buenas consejeras es una cuestión que casi nadie duda. Pero parece que el nuevo ministro de Fomento, Íñigo Gómez de la Serna, tiene excesiva premura por resolver el conflicto de los estibadores portuarios a base de decreto ley. Una fórmula con reminiscencias absolutistas, que en manos de gobiernos de PP recuerdan sus formas propias de hacer política laboral: sin negociación y aplicando rodillo.
Más de dos años han pasado desde que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) declarara contrario a derecho comunitario el sistema de estiba español. Tanto el largo período del Gobierno en funciones como la apuesta de la ex ministra de Fomento, Ana Pastor, por una solución dialogada y pactada han dilatado el cumplimiento de esta sentencia.
Al común de los mortales, la boca se le hace agua, cuando se entera de lo que cobra una estibadora, un estibador. Nada se dice de las singulares dificultades de este trabajo. De la obligación de acudir a la lista todos los días de madrugada, de las jornadas nocturnas, de las tareas peligrosas y extenuantes. Y tampoco se dice nada de la manera en que las organizaciones de profesionales de la estiba se implican en la operación, proponiendo métodos y sistemas que mejoran la productividad y, por tanto, el beneficio de las empresas
Una mentira, de tanto repetirla se convierte en verdad: Se dice que crearían 18.000 empleos y elevaría el PIB en 2400 millones/año ¿Cómo es posible esto si lo que se busca es lo contrarioi: reducir las plantillas, los equipos de trabajo y los tiempos de operación? La reforma portuaria propuesta -según la propaganda - nos salvará de cualquier crisis presente y futura. Pero la lógica y la experiencia nos indican que sucederá todo lo contrario.