Nota de Federico Aguilera Klink y Chema Tante: Este artículo, que La casa de mi tía publica con autorización de Pedro Prieto y que inicia la aparición de otros, ojalá que con mucha frecuencia, es una radiografía clara de la situación energética de España y de las mentiras que nos siguen contando sobre la solución que, supuestamente, son las renovables ... mcuando el problema está encima y no se puede hablar de él.... porque la culpa oficial que hay que repetir como loros es la mentira de que Putin ha subido el precio del gas... para animar la campaña de rusofobia. Como no nos cansamos de repetir en La casa de mi tía, la única solución para el futuro del mundo es una cambio del modelo de consumo y vida, con una reducción drástica del consumo de ener4gía. Porque esta de ucrania no es más que el principio de la guerra por la energía que terminará por destruir la Humanidad
El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado y yo, Chema Tante, fervientes republicanos, recomendamos con ardor sumarse a esta iniciativa que describe Guillermo Martínez en PÚBLICO. Cuelguen la tricolor republicana en su balcón, en su ventana. El coronavirus se irá, el virus coronado, también.
Tiene Raúl Vega, como los tengo yo, Chema Tante, y mucha gente demòcrata canaria, dos corazoncitos. El progresista solidario y el canario soberanista. Ambos conviven en nuestros pechos y a ambos pretendemos satisfacer. A la natural satisfacción que nos embarga, viendo el Gobierno Progresista arribando a La Moncloa y la cierta confianza que despiertan los mensajes de diálogo en paz, de Montse Bassa y Oskar Matute, se une el escepticismo que inspira el recuerdo de la historia del olvido que siempre los gobiernos españoles han deparado con respecto a Canarias. Porque tenemos presente que, dadas nuestras abismales diferencias circunstanciales, lo que conviene a las y los canarii, es indiferente o incluso perjudica a las sociedades del estado español. Y a la viceversa. Y como, en realidad, salvando al esforzado Alberto Rodríguez, que en esto está solo y a Pedro Quevedo, que solamente se ocupa de cosas poco trascendentales, carecemos de representación en el Congreso que defienda los intereses de nuestras desafortunadas islas, parece obvio que tendremos, como dice Raúl, que seguir gritando nuestras reivindicaciones. Tenemos que sacar nuestros palos y garrotes, no para golpear a nadie, Achamán me valga, sino para hacer bulla con ellos. Porque si no metemos bulla acá, seguirán sin atendernos por allá. Y nos mantendremos, al final de la historia, igual, a la cola de todo lo bueno en Europa, en cabeza de todo lo malo. Con Gobierno Progresista, como sin él. Es que Canarias es otra cosa, para lo bueno, a veces; para lo pésimo, todos los días.