Jennifer Jiménez en EL DIARIO CANARIAS AHORA aporta información que explica muchas cosas. Que la gente perjudicada por el proyecto de carretera Tazacorte-Puerto Naos se quejara, era lógico. Lo que no se entendía era el emperretamiento en abrir esa carretera, cuando tantos asuntos más urgentes están pendientes. Por ejemplo, lo más grave: que la gente recuperar sus casas y propiedades y que el dinero de las ayudas llegue a donde tiene que llegar. Ahora esta que cuenta Jiménez, asociado en el fervbor del presidente del Cabildo por el turismo masivo, empieza a aclarar las cosas. Es que la familia de Hernández Zapata tiene un proyecto de hotel en la zona. Vaya, vaya. Y vean que yo, Chema Tante, una vez más me veo, con toda la magua del mundo, acompañado por la razón. La gente afectada se queja por las donaciones. Sí. Por esa montaña de perras que se ha reunido para La Palma y nadie sabe dónde está, ni cuanto es ni qué se va a hacer con eso.
Jorge Villa García del Castillo en NUEVA TRIBUNA, comenta el increíble espectáculo de una unidad militar participando, con un alto coste económico y notable significado simbólico, cantando una canción belicista trsnochada, en un acto religioso. Lo señala y comenta Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista
GLOBAL RESEARCH reproduce el artículo que ofreciera TRUE PUBLICA en 2019, sobre Davos, pero el inmovilismo de la carroña financiera y el retraso del Brexit le mantienen la vigencia. De lo que no puede quedar dudas es de que Davos, el Foro Económico Mundial, es el mejor exponente, el mejor escaparate de lo más deleznable del neoliberalismo. Una reunión de depredadores poniéndose de acuerdo para seguir crujiendo a le gente y destrozando la habitabilidad del planeta. Tienen el bocado del Brexit, pero seguiran sin soltar todos los demás. Mientras tanto, las izquierdas del mundo no consiguen estructurar una estrategia que consiga hacer frente y repeler la ofensiva del neoliberalismo.
Son datos oficiales (Fiscalía General del Estado): entre 2007 y 2014 las agresiones de hijos menores a sus padres pasaron de 2683 a 6000. Pero no están incluidas, obviamente, aquellas cuyas víctimas no denuncian por miedo, segunda oportunidad, recato social (“¡qué dirán nuestros conocidos!”) o, si lo hicieron, al poco se arrepienten y las retiran cuando la ley interviene.