lacasademitia.opennemas.com
Que Rafaelito el Pisulá le suelte batatas ('mentiras') a Pepe Monagas en Gran Canaria; que tanto en Argentina, Uruguay y Puerto Rico como aquí algunos iluminados sean batatas ('incompetentes'); o que alguien parezca -con incorrecta concordancia- “un batata” ('singuango'), tiene que ver con la riqueza del español, no necesariamente vulgar. Y que en las Canarias Orientales se llame majalulo a Panchito por su torpeza y lentitud (Unamuno descubrió esta voz en Fuerteventura) no es apelativo burlesco, mucho menos vejatorio: se trata, simplemente, de un símil con el camello recién destetado.