Jugada múltiple en el tablero político - por Francí Xavier Muñoz
Tras la masiva manifestación de Barcelona algunos medios ya se han apresurado a cantar victoria, hablando del fin de la hegemonía del independentismo, obviando que una gran cantidad de manifestantes procedían de fuera de Catalunya, mientras que los independentistas movilizaron el uno de octubre a más de dos millones de personas. Yo no mostraría tan ufano una victoria que se puede volver pírrica a la vuelta de la esquina, en cuanto el independentismo recule y se reorganice mejor para dar la próxima batalla -que será larguísima- en el entorno europeo e internacional.
Art. 56.1 de la Constitución española: “El Rey (…) arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones (…)”. Después de cotejar este apartado con el discurso que el Rey ha ofrecido a las 21 horas de ayer, tres de octubre, podríamos afirmar que el monarca ha abdicado de sus funciones -sin serlo- más políticas, las únicas que le concede la Constitución en las que puede desplegar toda su autonomía personal, todo su bagaje formativo, toda su agenda de contactos y todo su don de gentes -si es que lo tiene-
Al conectar la radio el domingo a las ocho de la mañana escuché, sorprendido, que los Mossos de Esquadra se estaban limitando a tomar nota de la situación en los colegios electorales de Catalunya pero no los estaban cerrando. "Ha ganado el sentido común", me dije, "ahora que voten y mañana ya se verá".