Pedro Costa Morata nos pone los pelos de punta, contándonos los detalles de la previsible reapertura de la central nuclear de Garoña. A los fortísimos riesgos que entraña de por sí la generación energética nuclear, el estado de derecha español añade los peculiares de permitir que se mantenga una instalación que cuenta sesenta años de edad. El artículo lo señala en CUARTO PODER francisco Morote, de ATTAC Canarias

El Ministro de Industria, José Manuel Soria, ha afirmado recientemente que "no podemos permitir el lujo de cerrar Garoña". Lo que de verdad no podemos permitirnos es un escape en la central de Garoña, que afectaría a toda la cuenca del Ebro. Ni eso, ni que niños de tan sólo 12 años como mi hija vivan aterrorizados por la reapertura de la planta. Únete a la campaña contra la reapertura de Garoña, aquí.

"Modificar las normas para permitir la reapertura de Garoña es delictivo, denuncia Greenpeace". Como permitir la continuidad de la central nuclear de Garoña sería una arbitrariedad, una prevaricación, una acción ostentosamente ilegal, el gobierno desaprensivopepero de Rajoy se inventa esa figura de la reversibilidad de la decisión. 'No te dejo seguir por ahora, pero te dejaré, a corto plazo'. Tanto es así, que Nuclenor, la empresa conjunta de Iberdrola y Endesa, propietaria de la central, mantiene intacta toda la estructura de operación, a un coste tremendo, porque sabe que el cierre es transitorio, cosa de pocos días