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viernes, 19 de abril de 2024 00:09h.
GRAEBER
Economía

David Graeber, antropólogo y autor de Bullshit Jobs, muere a los 59 años - THE GUARDIAN, EL SALTO

 

frase graeber

Yo, Chema Tante, digo que da magua que, absorbidos por la brega de desenmascarar imbéciles y de luchar por los derechos de la gente, nos falte el tiempo para ocuparnos más de  tanta persona buena. Que sea cuando se muere alguien, que lo recordemos. Como pasa con alguien cuya falta se hará notar, aunque siempre aparecerán más por suerte. 

Federico Aguilera Klink resalta la desaparición de este tipo insigne de la que informan THE GUARDIAN y EL SALTO. En este momento, uno se acuerda de muchas cosas, pero en especial, tenía en mente escribir algo a cuento de su mención al caso de Rojava y relacionarlo con otro episodio notable, truncado por la victoria nazi fascista en el estado español: las comunas anarquistas del Consejo de  Aragón, la primera vez en que el anarquismo demostró en la práctica que no es tan utópico como se quiere hacer ver. Otra más de tantas cosas que el nazi fascismo franquista tumbó en este estado español. Mal haya.

Sociedad

El aumento de los trabajos de mierda (David Graeber, entrevista de Suzi Weissman en JACOBIN/SIN PERMISO)

 

FRASE DE MIERDA

 

He aquí otro de los asfixiantes aspectos de la dominación neoliberal. Alienar a la gente con trabajos inútiles, "de mierda". En SIN PERMISO reproducen, en traducción de Txema Sánchez esta entrevista aparecida en JACOBIN, que le hace Suzi Weissman a David Graeber. La importancia de esta entrevista, que destaca Federico Aguilera Klink es que aborda desde una perspectiva teórica este fenómeno del trabajo de mierda. Una ocupación frustrante que, por su inutilidad, mata toda posibilidad creativa. Al final este tenderete de los trabajos de mierda, trabajos que no sirven para nada, se corresponde con una economía fantasma, especulativa, que genera montañas de dinero que no representa riqueza artificial ninguna. Una locura que convive con la desgracia de una legión de gente sin trabajo o con trabajos de miseria. Todo ello, en una sociedad ficticia, de mierda.