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Plataforma de crowdfunding
En PÚBLICO, remarca Antonio Aguado, veterano militante socialista, este categórico artículo de Juan Carlos Escudier, que relata el triste gradio de miserable sumisión a que ha llegado la dirección -no electa- de un noble partido. Un partido, antaño socialista y obrero, cuyas bases y cuya historia no merecen lo que le están haciendo una docena de bergantes. Escudier reflexiona sobre la última jediondada de este gentuallo, asunto de la financiación de la candidatura de Pedro Sánchez. Es sabido que, por desgracia, las votaciones se ganan o se pierden en función de la calidad y rotundidad de las campañas; cosa que, a su vez, depende de las perras disponibles. Ahí está el detalle. Las candidaturas oficialistas, sean del gobierno o de las cúpulas de los grandes partidos, disponen de jugosa liquidez financiera, de inconfesable origen. Y claro, cuando aparecen personajes que se buscan la vida limpiamente, recabando apoyos con claridad, como ocurre, por ejemplo, con Podemos o, como está haciendo Pedro Sánchez, entonces las bandas covachuelistas no solamente ven enfriar sus posibilidades de victoria, sino que la honestidad de la otra parte pone en evidencia las propias vergüenzas. La gestora mangoneada por la sultana y su gran visir Fernández sostiene que los fondos recaudados en limpio crowdfunding por Pedro Sánchez pertenecen al ámbito de la financiación de partidos y, por tanto, deben tratarse de acuerdo con la ley que regula esa figura. Y yo, Chema Tante, proclamo que eso es una solemne toletada. Las perras que la gente ha derramado en las manos de Pedro Sánchez para que financie su campaña, son para la campaña de Pedro Sánchez. Son para el "Bancal de rosas", no para el partido. Bueno fuera.