
"Afirmar que la lucha por la libertad ha sido una constante en la historia de la humanidad no es una aportación especialmente meritoria ni novedosa. En la permanente voluntad humana de adquirir mayores cotas de satisfacción, el reconocimiento y protección de determinadas esferas de actuación inmunes a los impulsos del poder ha sido el objetivo esencial de esa lucha."

"Sorprende, por no decir, intriga, la propuesta de la Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, consistente en recortar el derecho de manifestación, constitucionalmente reconocido en nuestra Norma Vértice en su artículo 21. Cuestión que ha sido ampliamente respondida desde las más variadas instancias, desde “Jueces para la Democracia”, hasta la misma Judicatura."

La destrucción lenta, paulatina, sistemática e irreversible del Estado del bienestar que el equipo de gestores (obsérvese que utilizo la voz gestores y no gobernantes) que residen en el Poder Ejecutivo (vuélvase a observar el verbo utilizado “residir”, pues es el único susceptible de utilizarse) es ya clara, manifiesta e indudablemente sentida por gran parte de la comunidad ya no sólo nacional, sino extramuros de nuestras fronteras.

En circunstancias como las actuales, en las que se percibe cierta sensación de indefensión en las clases sociales más desfavorecidas, únicas golpeadas por las medidas mal llamadas “de reforma” acometidas por la clase política dirigente, conviene detenerse a reflexionar sobre las causas generadores de tal sensación.

Fernando Navarro Henar, autor del libro "Desobediencia civil y sociedad democrática" y miembro del grupo de cmunicación de CONSTRUYENDO LA IZQUIERDA, publica este texto que demuestra la legitimidad que existe en estos tiempos para ofrecer resistencia al poder. Por vías pacíficas y ejerciendo la democracia, claro.