Para mí, Ram Bhavnani es un paradigma de todo lo que rechazo en materia económica. Y en esta entrevista que le hace Álvaro Morales en EL DÍA me ofrece el hombre más razones para estar en desacuerdo con él. Pero, siguiendo el tópico de la regla, esta vez me brinda una excepción, que yo agarro al vuelo. Y se la brindo al presidente adventicio del Cabildo de Tenerife, que lo niega: Canarias vende su turismo a precios de derribo.

Paulino presenta una propuesta a sus socios para sustituir las estrellas por criterios de calidad vinculados a la eficiencia energética y los servicios complementarios. Como la memez instalada en el empresariado canario y en la gente política a su servicio persiste en su error, no queda otro remedio que mantener también la crítica incansable. Lo que propone ahora Paulino significa perpetuar una estrategia que favorece solamente a las empresas, en menoscabo de la población canaria. Es que lo del turismo es una "magnífica noticia", como dice el personaje de Montecruz desde LA PROVINCIA, en vileta que les invito a ver completa, pinchando.

Carlos Acosta hace desde EL DÍA una discreta pero muy valiosa labor en pro de aclarar aspectos de lo que es -para nuestra desgracia, pero es- la casi única actividad económica de Canarias el turismo. Escribe esta vez Acosta, apoyándose en datos de la CEHAT, sobre la estabilidad de la operación de los hoteles de lujo en nuestro destino.

El embustero presidente de ASHOTEL, Jorge Marichal, acompaña a un comunicado de su organización, quejándose (hace falta cinismo) de la "machaconería" en las demandas a las empresas hoteleras de que dejen de explotar a su personal y reestructuren sus plantillas de acuerdo con el tráfico real en sus establecimientos. Casualmente, en ALBA SUD publican este mes una dossier de quejas de trabajadoras hoteleras de Baleares. Vean que todo lo que dicen las camareras de allá es perfectamente aplicable a la situación acá. Y vean también que el paro en las islas baleares es prácticamente la mitad que en las canarias. Les ofrezco además una información de CGT sobre la esclavitud virtual en los hoteles, otra de CCOO relativa a la "sobrecarga laboral hotelera" y un enlace a las inicuas declaraciones del velillo Marichal, paradigma de la cretinez empresarial turística en Canarias. Por último, para que todo el mundo conozca sus criterios, también encontrarán el enlace al artículo de Marichal. 

Periódicamente aflora a la superficie una declaración -todas obtusas- de esa cosa llamada con rimbombancia "Centro Atlántico de Pensamiento Estratégico (Capte)". Un pensamiento regido por la cuenta de resultados de los empresarios que sostienen al tal centro. Esta gente no atiende ni a la situación económica de las islas, ni a cómo se encuentra la gente, ni a la tremenda desigualdad social ni, mucho menos, a las causas de tanta desgracia. Por ejemplo, para tan sesudos pensadores no tiene importancia el hecho palmario de que la bestial sobreoferta turística canaria obliga a un posicionamiento estratégicamente errado y conduce a la baja de precios que solamente sostienen los beneficios de las empresas a costa de los derechos laborales del personal. Por eso me aterra singularmente escuchar a estos pensadores estratégicos de CAPTE, hablar de "recuperar competitividad". Porque para estos practicantes del pensamiento primitivo "competitividad" se limita a "bajar precios" y, cuando eso ocurre, quien paga el pato son las trabajadoras y los trabajadores.

Una estupenda idea de la que nos reporta Javier Bolaños en LA PROVINCIA.

R. Acosta, en LA PROVINCIA da cuenta de la nueva animalada cometida por la tribu paulinesa. El destino turístico canario, a duras penas consigue cubrir un sesenya por ciento de las plazas instaladas.Y eso, a base de tirar los precios, operando en un segmento bajo del mercado. ¿La solución? permitir ampliar la oferta. Es una cosa de locos.

Lanzan al vuelo las campanas, porque once hoteles canarios aparecen entre los cien mejor clasificados en la encuesta de satisfacción de clientes que hace TUI todos los años. Bueno fuera. Pero solamente son once.

Tengo entendido que el delfín de Melchior, Carlos Alonso, ya presidente de facto del cabildo de Tenerife fue un   estudiante brillante, constelado de honores universitarios. Pero otra vez queda claro que la universidad no puede hacer nada cuando falla el intelecto. 

​Las organizaciones afirman que esta es una “jugada” que no impide el pelotazo urbanístico previsto en el caducado PGO