los vectores de pobreza y mundialización se cruzan para crear un reto ineludible

Juan Carlos Acosta en DIARIO DE AVISOS, se ocupa del fenómeno migratorio y del papel que le toca jugar a Canarias, por su inevitable protagonismo en el asunto. Acosta es un periodista canario que vive en Marruecos. Se podrá coincidir más o menos con sus ideas, pero no se le puede negar autoridad para pronunciarse sobre estos temas. Y yo, Chema Tante, agrego que el fenómeno migratorio es inevitable. Pero para que pueda, como debe ser, organizarse y racionalizarse, es preciso que Europa, los países opulentos, asuman la realidad y su papel. La migración beneficia a los pueblos que la reciben, pero tiene que hacerse de manera controlada. A quién de verdad conviene este desbarajuste actual con la migración, es a las oligarquías empresariales que obtienen mano de obra sumisa y barata y consiguen mantener sujetos los mercados laborales. Y, como dice Acosta, Canarias puede y debe alentar y participar en acciones en los países africanos que irradian la migración. No es por gusto. Es por necesidad.