Recomendado por Federico Aguilera Klink, que aporta el antetrítulo
Dos contundentes artículos, de Guadi Calvo, en LO QUE SOMOS y de Jaume Portell y Saiba Bayo en EL SALTO, con los que Francisco Morote, de Attac Canarias, que también aporta el antetítulo, nos invita a reflexionar sobre la sempiterna desgracia que aflige a nuestro continente (Morote y yo, Chema Tante, actuamos desde el archipiélago africano de Canarias). África, la tierra rica en recursos naturales y en gente magnífica, víctima eterna de la rapacidad mundial que no solamente la saquea, sino que alienta los odios y las crueldades, para mantener la opresión colonial. África, mártir por los siglos de los siglos. Por eso, como en África nunca, ni Rusia ni China han aplicado la brutalidad injerencista que ha sido constante estrategia de las llamadas "democracias occidentales", en estos momentos en que en Ucrania se está batallando por dos conceptos de la geopolítica mundial, la gente de África se inclina por quienes la han respetado. Polvos y lodos.
Mientras tanto, la gente desaprensiva y ciega que manda en Canarias, pretende que nuestras islas, que son territorio de paz, se implique más en la organización agresora y belicista que es la OTAN, con la evidente intención de agredir a África para mantener el control y la posesión neolioberal.
Juan Bordera, Alfons Pérez en EL SALTO ofrecen este alegato impecable contra los funestos megaproyectos que solamente se hacen para saquear fondos públicos, destrozando territorios, agrediendo el medioambiente, contribuyendo al calentamiento global. Lo señala Federico Aguilera Klink. Y yo, Chema Tante, digo, por enésima vez, que detener el calentamiento global se consigue con hechos, no con palabras. La lucha de otros pueblos es la misma que la del pueblo canario. Contra ampliaciones de aeropuertos, puertos, trenes y demás. Y también, contra el turismo de masas, que precisa de millones de largos contaminantes vuelos para sobrevivir.