Jaime Richart echa mano de toda su capacidad de juicio, y demuestra que esa capacidad es amplia, al escribir este valioso artículo que desmonta muchas críticas a ciertas personas y pone al descubierto las vergüenzas de otras, en materia de méritos y créditos académicos, para actuar en política. En efecto, son abundantes los ejemplos de gente que con títulos universitarios más o menos merecidos fracasan en su gestión política. Tan abundantes co o los de personas que, con tísulo o sin él, merecen elogios por su acción pú lica. Richart menciona a Evo y al Pepe. Pero hay muchos más, por supuesto. Lo importante de todo esto, pienso yo, Chema Tante, es la desacralización del título universitario, salvo para el ejercicio de la profesión correspondiente. Tanto éxito puede tener para hacer política u opinar sobre ella, un ingeniero nuclear, como un tenista. Y que me disculpe Nadal la manera de señalar.
Yanis Varoufakis desaparece y emerge por rato de la actualidad. Después del lanzamiento de su prometedor DIEM25, la verdad es que sus presencias y ausencias son bastante irregulares. Pero su mensaje sigue igualmente vigente. Y yo, Chema Tante, creo que es la única esperanza para los pueblos de Europa es esa propuesta de unión por debajo que defiende el griego. Esta entrevista con Allen White para el TELLUS INSTITUTE que reproduce, en traducción de Roberto Álava SIN PERMISO y que señala y comenta Federico Aguilera Klink, Varoufakis insiste en sus propuestas. Sin embargo, vale la pena detenerse en esa idea que constituye ,la clave de tanta desgracia que crecientemente se abate sobre la Humanidad. El brutal, absoluto poder del dinero sobre la política.
TAMAIMOS acierta, al recuperar este artículo publicado en 2017 por Paco Gómez Nadal en INICIATIVA DEBATE y EL SALTO, sobre las colonias que todavía quedan en este planeta. Es que el texto no ha perdido nada de vigencia, porque la situación sigue igual. Los pueblos clamando -los que no están abatatados, como el canario, por la presión transcultural- por el derecho a decidir sobre su destino y las llamadas democracias mirando solamente para sus intereses, con la gozosa complicidad de esas izquierdas que se acogen a una falsa interpretación del internacionalismo para aprobar la dominación colonial.
Desde que empezamos a saber de Evo, el líder indígena que predicaba el socialismo en Bolivia y que llegó a la presidencia, veíamos a su lado a un tipo blanco. Y el tipo blanco resultó ser un intelectual de primera categoría, autor de numerosas obras de sociología política, pero también luchador social muy activo en Bolivia. En la web de CELAG, en PÁGINA 12 y en INICIATIVA DEBATE, podemos leer una explicación muy clara de las causas del golpe de estado que ha sacado del poder al presidente legítimo Evo Morales. Todo se reduce al odio al indio. Porque la madrastra Castilla, añado yo, Chema Tante, no dejó en América latina sino rencor y odio entre razas y entre clases sociales, que es lo mismo.