Este jueves 23 de abril se reúnen los Jefes de Estado o Gobierno de la UE en el Consejo Europeo para tratar de las ingentes cantidades de dinero que hará falta conseguir para enfrentarse a los devastadores efectos económicos de la crisis sanitaria coronavírica. Se habla de más de un billón y Pedro Sánchez ya anunció en el Congreso que iba a pedir un billón y medio. Y yo, Chema Tante, digo que hasta me parece poco, porque esta tragedia va para largo y nadie sabe como se va a salir del brete. Y, con una lentitud, una ausencia de rapidez d respuesta, que desespera. No tenemos tiempo. Esta Unión que nos vendieron como una proyecto convergencia y solidaridad ha  terminado  por operar  como  guardiana del  fiel cumplimiento  de la Biblia Neoliberal. Pero, como nos explican Adoración Guamán y Ainhoa Lasa  en este artículo en CTXT, su problema es que no ha asumido el calibre del cambio que ha sobrevenido y pretende solventar el asunto como lo ha hecho otras veces. Apagando los fuegos como si fueran coyunturales, cuando el asunto es que es la estructura la que se viene abajo. Y, además, se viene abajo por culpa de esa Biblia Neoliberal que nos ha crujido la vida y el planeta. No será porque no se lo avisáramos, tnta gente, tanto tiempo.

A partir de la mención de Pablo Iglesias en el Congreso, sobre la cal viva y Felipe González, gente del PsoE se ha alzado airada, por lo que llaman una falta de respeto. No sé yo si lo será o no. Pero me parece muy oportuna la aparición en EL MUNDO y LA AVENTURA DE LA HISTORIA de este reportaje retrospectivo que hace Julio Martín Alarcón @Julio_M_Alarcon. Hay que reconocerle al PsoE la victoria sobre la banda terrorista ETA, utilizando los resortes que permite la democracia: la policía, los tribunales y el rechazo ciudadano. Pero eso no puede hacer olvidar que también hubo un tiempo en que se intentó llevar esa lucha contra ETA por medios que no pueden tolerarse en democracia. Esa es la virtud de este reportaje.

CANARIAS-SEMANAL destaca y VK recomienda esta película de Pablo Malo que está siendo silenciada por los medios y describe el primer acto de la guerra sucia del demócrata Felipe González, tan celoso de los derechos humanos, cuando él cree que su preocupación beneficia a los intereses de sus amigas empresamangantes.