En EL PAÍS, en artículo que señala Manolo Marrero, Joaquín Estefanía hace unas agudas reflexiones teórica sobre lo que se dio en llamar "Estrategia de la crispación", que describió la Fundación Alternativas. Fue la estrategia que en su día no solamente tumbó al gobierno de Felipe González, sino que consiguió que, por algún tiempo, la figura del o del socialista quedara muy desprestigiada. Si eras socialista, eras un forajido de Alí Babá. Curiosamente, las bases del Pp se libran de este estigma que, a mi juicio, tienen muy merecido. Cosa muy injusta, porque hay legiones de militantes socialistas con mucha honestidad. Sin embargo, yo Chema Tante, creo que en el análisis de Estefanía, y en su día, el de la Fundación Alternativas, se omite el papel determinante de -algunos- medios de comunicación. Claro que Estefanía y la fundación se adscriben a la órbita de EL PAÍS y a PRISA, que no son precisamente paradigma de imparcialidad informativa. Son varios medios en los que la opinión y la información se solapan, muchas veces de manera subrepticia, con el tono con que se redactan o se leen las informaciones. En todo caso, está claro que en estos momentos vivimos tiempos de crispación política asfixiante, en contra del gobierno progresista. Pero también ha ocurrido, con PODEMOS y con los movimientos soberanistas. Y finalizaré diciendo que Sánchez e Iglesias han demostrado tener mucha más cintura política que Felipe González.
Nacho Valverde, con traducción de Javier Frutos, presenta en PÚBLICO esta jugosa entrevista a un tipo que se ha metido en una tarea insigne, David Schweickart. Lo señala Francisco Morote, de ATTAC Canarias. Y me refiero a la brega de este matemático transformado en filósofo que se empeña con ardor y recuperar para el socialismo el prestigio perdido por los errores de unos gobernantes inflexibles. Como dice Schweickart, estos errores de gestión impiden que se les reconozcan los indiscutibles logros de las administraciones socialistas. Hay que observar el estado de las poblaciones respectivas cuando el socialismo llegó al poder y comprobar las mejoras sociales, en alimentación, salud, educación. Schweickart aboga por la evolución de los conceptos a la busca "de un socialismo más eficaz". Y yo, Chema Tante, creo que mucha de la gente que ahora se dice socialista, pero practican políticas de sumisión al neoliberalismo, harían bien en atender a lo que dicen las personas como Schweickart.
Con sinceridad que le honra, pero con la insufrible simplonería que marca en todo lo que hace, Sánchez el psociata ha querido dejar constancia de su lejanía de los principios y los ideales socialistas, rememorando a Adolfo Suárez con aquella redundancia que ha pasado a la historia del "puedo prometer y prometo". Pero Sánchez demuestra de nuevo desconocer buena parte de lo que ha pasado en este estado y ha perdido una oportunidad de ser todavía más sincero.
Ya he dicho que a las comprobadas cualidades de Rosa Dávila, la capacidad profesional, la sensatez, la claridad expositiva, hay que añadir la muy discutible de la ciega lealtad al genuflexo Clavijo y al partido de común militancia, la coalición empresaria llamada canaria. Con el feísimo -pero no único- caso de las perras de las escuelas infantiles, se demuestra esta adhesión inquebrantable de la consejera al régimen de Paulino y del genuflexo. Que es el mismo, de aquí en adelante y de aquí p'atras.
PSOE y NC crean una comisión de trabajo con la lucha contra la pobreza y la cohesión como puntos de partida
