Ayer, por 2011, el yerro de algunos iluminados progres de salón afectaría, lamentablemente, a millones de ciudadanos libios; población que fue objeto de la horrible y no deseada ayuda humanitaria, desplegada en pro de objetivos ajenos al de los titulares; la invasión y aniquilamiento del régimen legitimo libio conllevó parejo sufrimiento, muerte, violaciones, destrucción y, por supuesto, el asolamiento del mejor nivel de vida del que gozaban los ciudadanos libios, el mejor de la zona.

Se trata nada menos que de 100.000 millones de de dólares, que han volado de la caja del estado libio. VK, Ojos para la Paz y Purificación G. de la Blanca señalan en VOLTAIRENET este artículo en el que Manlio Dinucci relata los mangoneos de quien fuera empleado de la Banca Rothschild y ahora es Presidente de Francia, Macron. El caballerete ha metido el hocico en Libia y el resultado hasta ahora es que se ha esfumado esa tonga de millones. Y no para la cosa, Francia, Italia y USA pugnan por mamarse los ingentes recursos libios. Claro, por ahí van las tragedias libias.

De manera, supuestamente, espontánea y organizada, durante la investidura del cuadragésimoquinto Presidente de los Estados Unidos, Mr. Trump, fueron convocadas “vía redes sociales”, marchas de mujeres, con respuestas multitudinarias, principalmente en Washington (EE.UU.); así mismo, otras ciudades de diferentes países se  adhirieron a la iniciativa, que se ha venido en denominar  “Marcha de Mujeres (WomensMarch)”, pues no aceptan el resultado electoral emitido democráticamente por los ciudadanos norteamericanos; ciudadanos, que, con sus votos, han permitido alcanzar la presidencia de los EE.UU., a Mr. Trump. Cosa, que, visto lo visto, parte de la ciudadanía no acepta, por más democrática que haya sido la elección.

Antes de la criminal intervención militar por parte de los Estados Unidos, la Alianza Terrorista OTAN y la Unión Europea en Libia, este país gozaba de una situación que nos ha sido ocultada por la comunidad internacional y sus manipulados medios de comunicación.

Ayer martes 11 de marzo, el Parlamento libio (Congreso General de la Nación) tras varios intentos logró, con 126 votos de los 194 miembros que lo componen, superar el quórum de los 120 necesarios para derrocar al primer ministro Ali Zeidan y nombrar interinamente al ministro de defensa Abdallah al-Theni para "poner seguridad en el país". Hoy, 24 horas después, se le impide al primer ministro derrocado -al que se considera como pro-europeo y corrupto- la salida del país para “responder ante la justicia”.