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viernes, 26 de abril de 2024 08:03h.
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Economía

Neoliberalismo: la raíz ideológica de todos nuestros problemas George Monbiot en EL DiARIO (2016)

 

 

FRASE MONBIOT  

Tita Apolo @tita_apolo recomienda esta artículo de George Monbiot, de 2016, aparecido en THE GUARDIAN y EL DIARIO y referenciado en La casa de mi tía entonces, y, otra vez, en noviembre pasado. Por aquellas fechas, como ahora, el neoliberalismo sigue siendo el culpable. Decía yo, Chema Tante que "el neoliberalismo,  en mi opinión, no es más que el fascismo de toda la vida, que se ha quitado la careta militar y nacionalista excluyente con la que se disfrazaba y se presenta ahora, como lo que es realmente: una ideología de dominación del planeta por parte de las personas ricas.  Y ahora, en 2020, con la invasión del Covid-19 se confirma que esa ideología fascista de dominación, con sus prácticas ecocidas y de desmantelamiento de las estructuras públicas, ha exacerbado el riesgo de desaparición de toda la Humanidad. Porque hay que repetirlo a todas horas, todos los días: lo que nos pasa, con  la pandemia, con el desastre climático, con la lacerante desigualdad fiscal, es culpa del neoliberalismo. Y quienes predican retornar de nuevo a las prácticas neoliberales, son reos de lesa humanidad.

Convocatorias

Neoliberalismo: la raíz ideológica de todos nuestros problemas, George Monbiot en THE GUARDIAN y EL DIARIO (2016) y una viñeta de Quino y otra de Fidel

 

frase neooliberalismo

La brillante bolivarian Chiqui (Iris Pérez) recupera este notable artículo de George Monbiot, publicado en 2016 en THE GUARDIAN y, traducido por Jesús Gómez, en EL DIARIO. Y que, por supuesto, tuvo su hueco entonces en La casa de mi tía, por recomendación del llorado Felo Batista.  El texto no ha perdido nada de vigencia, tres años y medio después y encima, a la vista de las convulsiones resucitadas en Latino América o las patujadas de Trump mangoneando la campaña electoral británica, cobra singular actualidad estos días. En efecto, es preciso enardecer a la gente de izquierda en la resistencia al neoliberalismo asesino. Poco podíamos pensar hace cuarenta años que las crueldades de la parroquia de Friedman, Reagan, Thatcher, Pinochet y compañía iban a pasar a ser categoría. Que el capitalismo iba a pasar de la crueldad al ecocidio y que el neoliberalismo nos iba a poner en el límite de nuestra propia supervivencia como especie. El neoliberalismo une el cinismo a error liberal y a la sevicia del capitalismo, porque no busca la disminución del estado, sino que se aprovecha depredando los recursos del estado. El neoliberalismo, que legitima la Ley del más fuerte, es el mismo fascismo de siempre, pero con ropa. de Hugo Boss del siglo XXI. Yo, Chema Tante, me uno a la exhortación de Chiqui, de que lean este contundente y válido artículo de Monbot y añado una viñeta de Quino. Y Chiqui añade otra de Fidel. Aunque digo también que parece que la izquierda de verdad sí busca articular la resistencia al neoliberalismo, véase Latino América, véase Unidas Podemos en el estado español. Lo que ocurre es que el gigante neoliberal es muy potente y la ingenuidad de muchas personas muy grande.

Sociedad

El neoliberalismo y la soledad humana: la disgregación de nuestras sociedades (George Monbiot)

george monbiotExtraordinario y consistente artículo de George Monbiot en SIN PERMISO, traducido por José Manuel Sío Docampo del origuinal aparecido en THE GUARDIAN. Es necesario y urgente insistir en los ttremendos perjuicios que causa el fascismo del siglo XXI, el neoliberalismo, esa falacia pseudoteórica con la que el capitalismo de toda la vida pretende justificar su actuación de siempre: favorecer los privilegios de quien tiene dinero. La riqueza, como valor supremo, ante el que todo lo demás pierde su derecho a existir. George Monbiot se refiere aquí a las consecuencias emocionales de esta perra teoría, que inocula en la mente el virus de que la vida debe estar asociada a los bienes materiales.individuales. Se trata de nuevo, de la vieja teoría fascista de la ley del más fuerte. El más fuerte, económicamente. Esto, como dice Monbiot, no solamente perjudica a la gente pobre, en sus derechos, sino que deteriora la mente de quienes consiguen sus pírricas victorias, porque la lucha competitiva conduce, a poco que se mantenga un mínimo de sentido humano, a la soledad. Un mal terrible, para la mente.