La casa de mi tía
El flamante heredero de la presidencia del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso se debate en las contradicciones entre lo que le dicen sus conocimientos y preparación y lo que le marcan su propio bolsillo y su empresa, eso que llaman Coalición canaria. Lo que le pasa a Carlos Alonso en una clara muestra de disonancia cognitiva. Él sabe perfectamente, insisto en que le sobra formación para ello, que la única salvación para Canarias está en las renovables. Pero los intereses, suyos y de su banda, van por las fósiles: mantener el petróleo e introducir el no menos contaminante y caro gas. Y sabe, por su intelecto y porque se lo dice quien más sabe de esto en Canarias, Roque Calero, que el gas es incompatible con las renovables. Y en ese trágico laberinto de lo que conviene a toda la gente y lo que le conviene a él, Carlos Alonso intenta salvar la cara. Y se ha inventado una chapuza llamada 'Mesa por las Energías Renovables del Cabildo de Tenerife' en la que ha pretendido enredar a la gente que sí se preocupa con honestidad del asunto. Y, claro, le han pintado un machango. Lean la reseña que ofrece SAN BORONDÓN.