Las napias injerencistas de la Pelosi: ¿Creerá que todo el monte es orégano? - por Maribel Santana
Conciliar todas las opiniones e intereses no siempre resulta fácil, sobre todo cuando topamos con “derechos individuales o colectivos”,
Aun así estoy seguro de que –quizás- algunas cabras (y algún cabrón) podrían haberse controlado con dardos y tranquilizantes en sitios menos abruptos. Pero algo es seguro: tal como manifiestan científicos, técnicos y expertos en medioambiente, cabras y cabrones que viven en condiciones salvajes no manifiestan sensibilidades –por su propia condición de bárbaros- hacia plantas que son únicas en la isla, las endémicas. Es más: la reforestación, tan necesaria y urgente, siempre estará condenada al fracaso. Por tanto, suscribo el manifiesto de los cincuenta que justifica –las balas serían la acción extrema- el control de cabras asilvestradas (más algún cabrón o cabroncete), muy perjudiciales para el ecosistema y montes –los cantó Viana-donde hay tabaibas, cardones, escobones, viñátigos, lentiscos, tiles…
Ante las cabras guaniles en Gran Canaria, SE PUEDE GANAR quiere manifestar lo siguiente:
PÚBLICO ofrece la crónica de Ana Pardo, @pardodevera que recomienda Julián Ayala, sobre la aparición del libro de Jaime Miquel La perestroika de Felipe VI (RBA), que también comenta mi amigo Javier Caso en otro artículo.
"El péndulo se irá al lado opuesto, con equivalente recorrido al que lo hace ahora" pero esto no vendrá sólo y, tanto en uno como en otro recorrido dejará regueros de sangre y lágrimas. La inconsciencia de ello no será fruto de perdón cuando se invierta la dirección: nunca lo ha sido.
Lo que cuenta EL DIARIO es una obviedad donde las haya. Cc tiene que buscar su acomodo, donde le corresponde, en el nacionalismo de derecha.
La AEMET advierte del fuerte riesgo de incendio, por las altas temperaturas y posibilidad de vientos intensos. Pero no dice que ese riesgo inevitable se potencia por la penuria de recursos y, sobre todo, por el abandono del campo canario.