Juan Soto Ivars y Patricia Bolinches firman en EL MUNDO este texto que recomienda y comenta Juan Francisco Ramírez. El tema resulta muy interesante y trascendente. Se trata de cómo tras la aparenet defensa de derechos y con la argucia de lo "políticamente correcto", acecha la intolerancia y la represión del derecho de expresión. Yo, Chem Tante, opinio que hay que discernir con claridad entre el intolerable propósito de ofender o denigrar y lo que es la manifestación de criterios, la ironía y, si me apuran, el cachondeo.
Nota de Chema Tante: Transcribo íntegra esta carta de Amaya Moro-Martín publicada en EL PAÍS y reproducida por varios medios, por su indudable interés, y para contribuir al oprobio que se merece Rajoy y su equipo, en especial, en este caso, quienes se responsabilizan de la investigación y de la Universidad. Destaco con especial fruición este cachito de la carta dirigida a todo un presidente de gobierno: "...porque la comunidad científica opera con un código de honor. Si quiere un día se lo explico." Aunque, realmente, yo creo que para explicarle a Rajoy qué cosa es el honor, hace falta bastante más tiempo que un día
Lo cierto es que el moro siempre ha estado ahí –antes de que existiera España–, históricamente se ha relacionado con nosotros –con el pueblo canario– y, a causa de tal cercanía geográfica, no hemos sido invadidos ni aniquilados por sus pretensiones expansionistas, como algunos quieren difundir sin rigor y tan sólo como aprendida cantaleta o, también, colaboración con el sistema impuesto.