Ni neutralidad climática ni cero neto: las grandes multinacionales mienten respecto a sus compromisos - EL SALTO

Francisco Morote, de Attac Canarias, hace esta interesante compilación de tres publicaciones, CINCO DÌAS/EL PAÍS, LA JORNADA e Ignacio Faes, en 2022 en EL ECONOMISTA, sobre la notable suma que supondría la aplicación (fiada largamente, al menos, para el 2024) de ese mínimo impuesto general del 15% a multinacionales, con el propósito esencial de que, lo digo yo, Chema Tante, los y las canallas que organizan la elusión fiscal en las gigantescas empresas, vean al menos entorpecida su tarea. En todo caso, sigo diciendo yo, Chema Tante, esta banda de filibusteros seguirá encontrando la manera de arramblar con la riqueza mundial, que pertenece a la Humanidad, para seguir engrosando el inimaginable tesoro acaparado por el 1%
José Antonio Gómez en DIARIO 16 maneja esas cifras exasperantes y que, encima, son solamente aproximaciones a números mucho mayores. Claro, digo yo, Chema Tante: Los cálculos son todos a ojo, porque los beneficios que ocultan esa banda planetaria de granujas empresariales son, por su propia naturaleza, imposibles de cuantificar. Y yo añado la enorme cantidad que suponen los proyectos las prácticas corruptas hacen construir, sin necesidad ninguna. Estamos hablando de una cantidad de dinero que solucionaría la mayor parte de los problemas de la Humanidad. Malditos sean.
Francisco Morote, de Attac Canarias señala esta noticia histórica de que 136 países de la OCDE fijarán un mínimo de 155 de impuesto a grandes empresas. Y yo, Chema Tante, lo comento
José Antonio Gómez en DIARIO 16 cometa de nuevo la resistencia numantina de la derecha a asumir la realidad. Aunque lo hacen para disimular su auténtico motivo, que es preservar los privilegios de las oligarquías, la derecha se encastilla en el argumento de que los impuestos a las grandes empresas entorpecen la economía. Y eso, a pesar de que la evidencia de los hechos ha venido a demostrar lo que ya decía el sentido común. Las medidas neoliberales de benevolencia fiscal a las empresas solamente han generado el acaparamiento de la riqueza en unas muy pocas manos. Porque el rico, el dinero que trinca, se lo queda.
Adrián Francisco Varela reporta desde BUSINESS INSIDER sobre0lo que debería ser un motivo de esperanza para el Planeta. Lo señala Francisco Morote, de Attac Canarias. Y yo, Chema Tante, además de recordar un artículo del propio Morote y otro reportaje de Vaerla, digo que es impresindible aplicar todo el esfuerzo necesario para que la iniciativa Biden se cumpla y se mantenga. Si las empresas pagan impuestos y se evita el dumping fiscal, los estados dispondrán de los fondos que se necesitan para aliviar los problemas del mundo. Se aliviaria la esclavitud de la Deuda, se aflo0jaría la cadena de los compromisos que llevan al austeritarismo.