El turismo bajo las lógicas del capital. Entrevista a Ivan Murray Mas - por Grettel Navas y Macià Blázquez Salom (9 de enero de 2017)

Domingo Méndez señala en EL SALTO DIARIO / VIENTO SUR este justamente airado artículo del delegado de CGT en Correos, Raúl Navas, comentando el triste espectáculo de la sumisión de unos dirigentes sindicales que firman acuerdos sobre el salario mínimo interprofesional absolutamente desajustados a la evolución económica. Porque otra ves se confirma que la pretendida recuperación se reserva únicamente a la gente afortunada y a las empresas. Las trabajadoras y los trabajadores seguirán recibiendo salarios de miseria. Todo, como señala, producto de las maniobras estafadoras de las empresas, que permite el gobierno con la complicidad de unos sindicatos que firman acuerdos sin consultar a sus respectivas afiliaciones.
Yo, Chema Tante, empezaré por decir que esto por lo que clamamos solamente será de verdad posible cuando consigamos instalar en el gobierno a unos partidos realmente democráticos, que se opongan a las mentiras neoliberales y dejen de favorecer a las empresas rpivadas. Pero es importante seguir insistiendo. Por eso Francisco Morote, de ATTAC Canarias recomienda este clarito texto de Raúl Navas que aparece en la página de CADTM o en VIENTO SUR. Solamente se podrá atajar la colosal y sistemática estafa de la banca privada cuando opere en el mercado financiero una banca pública. Y en el caso del estado español, lo más grave es que esa banca, en términos de capital, ya existe. Es el caso de Bankia y, si me apuran el de las entidades rescatadas. Si se devolvieran los rescates, se dispondría de ingentes recursos para esa banca pública.
Los numerosos errores en estos más de doce años de tramitación del documento ponen de manifiesto que el PGO no se les debió pagar los más de 600 millones de euros. Haciendo un análisis del camino que ha seguido el Plan General de Santa Cruz, en sus más de doce años de tramitación, desde Alternativa Nacionalista Canaria (ANC) podemos asegurar que el PGO de la capital ya nació “bichado”.