Rafael Isás, REBELIÓN lo publicó en agosto de 2020, y VIENTO SUR lo reproduce ahora, con muy buen criterio. Lo señala Julián Ayala y yo, Chema Tante, digo que cuánto más se hable y se recuerde a esta bestia, mejor será. El neoliberalismo ha sido  y es la causa de muchos males y mucho sufrimiento y ha hecho posible que una poca gente haya acaparado toda la riqueza cuya carencia mata a millones de personas. El Neoliberalismo mata. Y hay que decir que esta patraña letal y abusadora se sigue enseñando como si fuera la Verdad Revelada, en las Facultas y Escuelas de Negocios por todo el mundo.

Robert Pollin / Gerald Epstein,  en BOSTON REVIEW y CTXT, con traducción de Paloma Farré. tratan de algo que se suele obviar. Lo que constituye la diferencia entre liberalismo y neoliberalismo. Lo recomienda el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado. Y yo, Chema Tante insisto. Se ignora repetidamente algo esencial. El neoliberalismo clásico pretende reducri al mínimo el estado y lo público. El neoliberalismo rechaza el control público sobre la economía, pero acepta e i8mpulsa el gran tamaño del sector público, para así aprovecharse mejor de él. El neoliberalismo supone el apoyo público a la empresa privada. Sin olvidar que el concepto neoliberal de que hay que buscar el beneficio como sea, propicia la especulación financiera y posterga la inversión productiva de bienes y servicios reales.

Vicenç Navarro en PÚBLICO y en su blog personal certifica algo cantado. el fracaso estrepitoso del dogma neoliberal. Lo señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, Y yo, con permiso del profesor Navarro, agrego que el resumen nefasto de la falacia neoliberal, eso de que si se confía el dinero a la gente rica para que, invirtiendo en sus empresas, el beneficio fluya al resto de la Humanidad ha terminado en la miserable realidad actual, que el diez por ciento de la gente posea el noventa por ciento de la riqueza mundial.

Otro certero editorial del mexicano LA JORNADA, que se apoya en lo que dice, con su acostumbrada claridad, Éric Toussaint, presidente del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas. Lo señala Francisco Morote, de Attac Canarias. Y yo, Chema Tante, insisto en que la fuente de los males es el neoliberalismo que infecta todo el pensamiento oficial, por más buena voluntad que le pongan. Es el maldito concepto neoliberal de que si se favorece al rico, éste favorecerá al pobre. Hay que ser ladino, para sostener tal cosa e ingenuo, para creerla.

Marco Antonio Moreno selecciona, desde su página JAQUE AL NEOLIBERALISMO estos tres artículos sobre Chile, que a su vez, recomienda Francisco Morote, de Attac Canarias: El otro Chile, de Federico Galende, en PÁGINA 12 / Ardua escritura colectiva para la creación de un país inédito de Lina Meruane en THE CLINIC / Bye bye, Pinochet de Emir Sader en ALAI. Chile despierta a una nueva vida democrática. Y yo0, Chema Tante, tengo que decier que el pueblo chileno ha demostrado ser más consciente que los pueblos del estado español. Allá no se creyeron la trampa de la falsa transición la mewntira de esto que llaman democracia y no lo es. Viva Chile, carajo

Ramón Mantovani en CTXT responde a Steven Forti, por su artículo del que ya nos ocupamos en La casa de mi tía.  Ojo, que es una respuesta, no una refutación. Y yo, Chema Tante, agrego que tanto lo que dice Mantovani como lo que dijo Forti tiene muchísima validez. El fascismo vuelve, con los m ismos argumentos, lasa mismas, aunque actualizadas herramientas y, sobre todo con las mismas motivaciones finales. El fascismo tiene una función de defensa de los privilegios de las oligarquías, de los más fuertes. Y la única manera de enfrentar, al fascismo y a la oligarquía, es decir al neoliberalismo, que es la síntesis de ambos, es potenciar al máximo9 la mlucha social. En ello estamos. Y ojalá quienes a veces se desaniman de estas luchas entiendan la importancia de la acción.

Vicenç Navarro en su blog personal, PÚBLICO y NUEVA TRIBUNA, constata una vez más como el neoliberalismo mata, enferma y atormenta a la mayoría de las personas, para beneficiar a unas pocas. Lo recomienda Francisco Morote, de Attac Canarias