Con una diplomacia ocupada, China no tiene tiempo para recibir a personas poco sinceras: editorial del Global Times

En La casa de mi tía con la colaboración de Federico Aguilera Klink
Luis Portillo Pasqual del Riquelme señala este texto de Juan Carlos Sanz, Miguel González en EL PAÍS que comenta otra tropelía de una empresa multinacional -en este caso, española- en Palestina. Igual que en el Sáhara occidental, a los estados supuestamente democráticos, los derechos ajenos, diga lo que diga la ONU, no tiene importancia. Y eso comento yo Chema Tante.
Luis Portillo Pascual del Riquelme, reflexiona sobre un hecho que ha ocurrido en ocasión de una invitación en Soria al alcalde colaboracionista de Dajla, y concluye que hace falta mucha información didáctica sobre la ilegal ocupación por parte de Marruecos del territorio saharaui. Los encuentros anuales llamados CRANS MONTANA FORUM, que se convocan en Dajla, no son más que una artimaña para potenciar la infame marroquinización de un territorio soberano. Yo, Chema Tante aporto mi modesta colaboración para esa comunicación didáctica, publicando el relato de los hechos, con la rectificación encomiable del alcalde de Soria y un artículo en el que Portillo explica con claridad la situación.
Cómo quisiera yo, Chema Tante, que La casa de mi tía fuera mucho más grande y el día tuviera muchas más horas, para poder dedicar todo el tiempo y espacio a denunciar y a reflexionar sobre tanta desgracia que atribula a los pueblos del mundo. Pero se tiene que resignar uno a tocar asunto, de vez en cuando. Y este es uno de esos cuandos. Yo suplico a todo el mundo, a quien sienta solidaridad con el pueblo palestino, tanto como si se apoya al estado de Israel o a quien sea indiferente, a leer con atención este emocionante, atinado, importante artículo de Carlos Aznarez @carlosaznarez en TELE SUR, que recomienda VK. La reflexión parte de un suceso terrible, aunque, lamentablemente, sea una anécdota más de la descomunal tragedia que se produce por el enfrentamiento entre un pueblo y un estado. El caso del adolescente palestino que asesinó a otra muchaca judia. No se trata de justiciar el asesinato, sino de intentar comprender lo que está pasando y de suplicar al pueblo judio y a quienes simpatizan con el estado de Israel, que piensen en lo que está pasando y tiendan puentes para la concordia y para terminar con la masacre.