Desde su EN CANARIAS, Ángel Rivero, da fe del rumbo proa al marisco que ha tomado la sanidad canaria, que solamente mantiene sus posibilidades de atención a la gente, gracias al esfuerzo de sus profesionales.

Antonio Aguado destaca este reportaje de Laura Galaup en EL DIARIO sobre un tema que a mí me parece de tremenda importancia. No sé lo que estará ocurriendo en Canarias, espero que no, pero la presencia de elementos que priman siempre sus prejuicios personales de conciencia sobre lo que conviene al o a la paciente en cada caso, es totalmente inconveniente. Uno escucha a curas diciendo cosas como que el dolor es una decisión divina, y se estremece.

Abordar la problemática que afecta a la biodiversidad desde el ámbito del ecologismo social es un reto. Este tipo de ecologismo profundiza en las raíces del sistema que provoca los cambios, es crítico con el sistema, si las hay, aporta alternativas que ayuden a evitar el deterioro medioambiental.

Leer y reflexionar sobre este serio comentario analítico de Enrique Bethencourt en LA TIRADERA, sobre la catástrofe del empleo en España y en Canarias que refleja la EPA, reafirma el convencimiento, tanto de este desastre en sí mismo, como del cinismo imperturbable de quienes gobiernan, allá y acá.

Comenzaron en pleno austericidio arrasando por la sanidad pública, entregándola a las empresas privadas del corrupto negocio de la enfermedad y la muerte. Personajes vinculados/as al poder, al chollo de los sobres, se han visto y se ven beneficiados/as por constantes privatizaciones, hasta el marido de la jefaza del diferido y las mentiras compulsivas, que en menos de 3 años ha multiplicado sus multimillonarios ingresos por 14.