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jueves, 25 de abril de 2024 08:10h.
panal
Política

A un panal de rica miel... Antona quiere que el Pp participe del botín del genuflexo Clavijo que tolera NC

 

CLAVIJO ANTONA

Como ni sabe lo que es vergüenza, ni le importa un carozo eso, a Antona, capo en Canarias de la banda organizada delincuente que usurpa el digno nombre de popular, le han faltado minutos, desde que se consumó la barrabasada persupuestaria, para ponerle el morro al negociete. Gracias a las interesadas maniobras de la coalición empresaria llamada canaria y a la inexplicable y totorota rendición de Nueva Canarias, vendiendo sus respectivos decisivos votos en el Congreso español, el gobierno del genuflexo Clavijo ha visto crecer  el importe de la masa crítica en la que meter las garras y las patas. E, inmediatamente, Antona ha dicho "Aquí estoy yo", para arramblar con lo que le corresponda. Antona, en un envidiable dominio del lenguaje, habla de "coparticipar" e "influenciar", "administrar bien"... Fuerte cara. Y, mientras tanto, Román, Quevedo, Campos y compañía podrán contemplar el desastroso efecto de la bonita gracia que se han mandado. La culpa no la tienen solamente quienes roban, sino quienes cometen la imperdonable torpeza de permitirlo, cuando podrían haber contribuído a evitarlo. 

Sociedad

El istmo y el panal de rica miel (Antonio González Viéitez)

 

antonio gonzález vieítezAntonio González Vieítez nos deja otra gratificante prueba de que sus ya felizmente superados males no afectaron en absoluto su claridad de criterio. En este lúcido artículo que publica en el SOMOS NADIE de Juan García Luján; y en EL DIARIO CANARIAS AHORA, González Vieítez sale al paso de la nueva cafrada que urde el taimado Kiessling, que se propone montar otro imperio -suyo- en el sufrido itsmo que une Santa Catalina con el Puerto, en Las Palmas de Gran Canaria. El artículo señala a Kiessling, y a la gente olvidadiza, que la primera incursión de la ciudad y su puerto en el turismo de sol y playa, allá por los sesentas, por una gracia del franquista Fraga, por entonces "Soria" del turismo, cosechó un estrepitoso fracaso. Una catástrofe, añado yo, que desarraigó a un montón de familias que componían el tejido social de esa zona, entre Las Canteras y El Refugio, transformando -para mal- un entorno que le daba sentido e identidad a la ciudad y creando focos de marginación por otras partes. Y que sumió a todos esos barrios porteños en un marasmo que le costó décadas superar. Porque, hay que chingarse que tenga que recordarse, Las Palmas de Gran Canaria y sus Las Canteras y Alcaravaneras gozan de una personalidad playera peculiar, que no las hace aptas para el negocio turístico convencional en ese posicionamiento estratégico. La ciudad tiene una vocación de ser destino de cultura y sensaciones, muy distintos de los que enfoca el inefable Kiessling, anet la pasividad de la simplonería insular. El siamés frustrado no se ha enterado, y menos mal que gente como González Vieítez se lo indica, de que el Puerto de la Luz no es el Puerto de la Cruz. Y de que las trastadas que le permiten hacer por unos pagos, encontrarán el justo cuestionamiento por otros. Por mi parte, yo, Chema Tante, le digo a Kiessling, respecto al segundo de sus proyectos, el teleférico a La Isleta (Achamán nos valga) que la coñona copla popular canta con acierto: "que el sexto mandamiento, manda no funicular".