Dicen los medios interesados que el Parlament "ha burlado" al Tribunal Constitucional. Y así ha sido. Ahora, el tribunal Constitucional, siempre manteniendo su adhesión a los principios del imperio, tumbará la decisión parlamentaria catalana. Pero la noticia ya ha saltado  los medios y resplandece la verdad. Un Parlamento legalmente constituído ha decidido por amplia mayoría, demandar una vez más el derecho a la autodeterminación. Ojo. NO a la independencia, que no es el caso, sino a la autodeterminación. Un derecho reconocido por la Comunidad Internacional de Naciones, la ONU, pero vetado por un estado que se dice democrático. Europa y el mundo sigue sabiendo la verdad, por mucha campaña que haga el estado español. En este estado, se puede ser soberanista,se puede demandar la autodeterminación, pero está absolutamente prohibido intentar realizar los ideales. Y, de paaso, se va sabiendo dónde está la mayoría de la voluntad del pueblo catalán, aunque no se permita hacer un referéndum que esclarezca la situación. 

Con motivo de la XXIII Conferencia de Intergrupos Parlamentarios 'Pau i Llibertat per al poble Sahrauí', el presidente del Parlament Balear, Baltasar Picornell vuelve a reclamar el referéndum, como única manera de solucionar el problema de la soberanía saharaui arrebatada por Marruecos, con la complacencia de Francia, del estado español y de la Comisión Europea. Con esto, Picornell no hace otra cosa que reivindicar el mandato de Naciones Unidas. La información la señala en EUROPA PRESS y LA VANGUARDIA, Luis Portllo Pasqual del Riquelme.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asegurado hoy en una nueva carta a Mariano Rajoy que «si el Gobierno del Estado persiste en impedir el diálogo y continúa la represión», el Parlament «podrá proceder, si lo estima oportuno, a votar la declaración formal de independencia que no votó el día 10».

Recortes Cero se concentra este martes frente al Parlament

para denunciar que la DUI es una “Imposición Antidemocrática”

La declaración de JxSí y CUP que ha aprobado el Parlament de Catalunya no proclama la indepedencia, sino el inicio de un proceso.