Me parece algo tan obvio que me repugna que hayan que estar presentando querellas para condenar tanta jediondez. Sobre todo, en estos tiempos en que se estyá arrojando a la calle a las víctimas de la agresión ultraliberal. Y aprovecho para recordar que estos rateros y estas rateras son minoría. No nol olvidemos de que ahí hay gente honrada también.