Firmas
Quien haya vivido su adolescencia en estas islas, seguro que habrá sido testigos en alguna ocasión del fenómeno de aquellos que, sin confrontar directamente en la misma, enardecen a los posibles contendientes con unas expresiones inequívocas: “¡Tain! Lo que te dijo” o “¿Tú te dejas decir eso? Chos, yo no me dejaría”. Luego, seguramente habrán visto una figura aún peor: los que, presentándose como pacificadores, haciendo que separan, aprovechan para pegar la patada a uno de los contendientes. Obviamente, no son mediadores: actúan de parte.