Joan Manuel Laporte se plantó en el Congreso y expuso su criterio científico sobre la covid-19, sobre el tratamiento de la pandemia y sobre las vacunas. Y no se ha armado una fogalera, porque los medios hegemónicos, hegemónicos por el apoyo del dinero, a quien sirven se han ocupado e echarle tierra al asunto. Federico Aguilera Klink y Eugenio Alberto Rodríguez, han buscado algunas referencias, en NO GRACIAS, DINERO Y SALUD y un vitriólico artículo de Juan Manuel de Prada en BUSCANDO LA VERDAD. Yo, Chema Tante, que no soy científico, pero tengo ojos, oídos y criterio, me limito a decir que, una vez más, se ha tergiversado el sentido de las palabras. Vacuna es lo que inmuniza totalmente en una gran medida. Y esto que llaman vacunas, lo que hacen es aminorar, no en todos los casos, la gravedad de la enfermedad. Lo que resulta evidente es que, con estas llamadas vacunas o sin ellas, lo único que rena la infección masiva son las precauciones físicas y evitar las aglomeraciones. Ahora, como esas medidas han tenido efecto, las están levantando. Por tanto, es de esperar que a corto plazo, las infecciones vuelvan a subir. ¿Qué vacunas son estas? ¿De qué sirve que me hayan vacunado ¡tres veces! si tengo que seguir con la mascarilla y teniendo a mi prójimo a metro y medio?
Federico Aguilera Klink recupera este valioso texto de Carlos de Prada, de 1997, que me da pie a comentar una vez la desgracia de la corrupción,
Antón Losada en EL DIARIO, reflexiona sobre la recusación del juez De Prada que ha hecho el partido llamado popular. Lo señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, Y yo Chema Tante, insisto. Estamos frente a un peligro inmediato y cercano. Nos están poniendo en manos del fasciscmo.
Resulta que voy a repetir varias veces Attac. Pero así es la vida. El presidente honorario e Attac Canarias recomienda este clarito artículo del miembro del Consejo Científico de Attac, Albino Prada, en INFO LIBRE y en la web de Attac Canarias. Y yo, Chema Tante, que creo qeu Attac es una iniciativa magnífica, comento la cuestión. Se trata de la necesidad de una reforma fiscal de doble vía que, en los territorios del estado español, en el estado español y en la Unión Europea y en el Planeta, restituya a los impuestos su función genuina. Digo restituya y digo mal. porque lo cierto es que los impuestoas jamas han funcionado como deben funcionar.
Tal y como no secansa de alertar su colega Federico Aguilera Klink, Albino Prada, desde INFOLIBRE y la web de ATTAC, repite, con este fragmento de su ensayo titulado El despilfarro de las naciones una verdad comprobada, pero pco asumida: el problema del desastre climático provocado por la generación de energía, no se soluciona, no uede solventarse, simplemente con la aplicación de renovables. Es preciso, además, no solamente contener sino reducir de forma notable el derroche de energía. Sin moderación, sin ahorro, la catástrofe seguirá amenazando al Planeta, haciéndolo inhabitable. Y a esta realidad tenebrosa, se une la vertiente de la igualdad. No es posible, no es ético, que una parte opulenta de nuestra especie despilfarre recursos papa sostener sus alegrías energéticas, en tanto que otra parte, la mayoritaria, sufre las penurias.
Luis Portillo Pasqual del Riquelme destaca esta lúcido análisis que hace Rodrigo Vázquez de Prada y Grande en CRÓNICA POPULAR. Yo, Chema Tante, creo que el diagnóstico es certero. Sánchez presenta un programa calcado del de Podemos. Lo que le falta es la sincera voluntad de cumplirlo.
Albino Prada Blanco nos explica, desde la página de ATTAC, la terrorífica "Economía 4.0", la culminación de la desilusión, de cómo se esfuma definitivamente el sueño de la esperanza que taría la revolución industrial. Cuando se hablaba de que la aparición de las máquinas liberaría a las personas de muchas horas de trabajo, con más tiempo libre para dedicarlo al ocio y a la cultura. Vanas quimeras. el capitalismo salvaje se apropió del beneficio, como de costumbre, y la automatización termina lo iniciado con la mecanización: más paro y menos salario para quien tenga la suerte de poder trabajar, siempre con la angustia del chantaje del despido.