Yo, Chema Tante, siempre sostengo que para entender lo que está pasando en nuestras sociedades, es mucho más rápido y útil atender a nuestros geniales humoristas gráficos que intentar entender la montaña de análisis ecritos. Sobre la Ley de memoria Histórica, Vergara publica en EL DIARIO este extraordinario trabajo que recomienda Federico Aguilera Klink
El titular de este artículo de Marcelo Colussi en ALAI y TERCERA INFORMACIÓN no tiene nada de retórico, porque el hombre, más que formular las preguntas. aporta las respuestas sobre ese fenómeno que parecería irresoluble de la pobreza en el mundo. Dice Colussi que, aunque la pobreza puede contemplarse en términos relativos, por comparación, entre unas y otras gentes, en sus respectivos contextos, existe un grado de miseria y un grado de riqueza extremas, inadmisibles en cuanto un mínimo grupo de personas acapara un caudal de riqueza tan ingente que podría resolver la necesidad de la enorme cantidad de personas que se encuentran al otro extremo. El análisis brillante de colussi lo señala francisco Morote, de Attac Canarias y yo, Chema Tante, aporto un comentario sobre la manera en que el cruel neoliberalismo hace posible la extrema pobreza para utilizarla como resorte de chantaje. Como bien explica Colussi, esto se ha agravado co la desaparición de los países socialistas del este europeo.
Yo, Chema tante, mucho me temo que Domingo Sanz, a pesar de estar más acompañado de razón que el santo del cuento, no tendrá mucho éxito en las admoniciones que encierran las conclusiones de este artículo suyo en INICIATIVA DEBATE. Sanz inicia la andadura argumental reflexionando sobre los nada misteriosos criterios que maneja el equipo técnico del CIS para elegir las preguntas que plantea y las cuestiones que mide. Es sabido que desde siempre "gobierne quien gobierne", que dicen los puretas, el CIS no investiga sobre nada que pueda irritar o lesionar los intereses del gobierno, de la monarquía o de los poderes económicos. Sanz se extiende en análisis sobre el alcance de la nueva pregunta (en mi opinión, inane) que el CIS ha agregado a su instrumento. La que inquiere sobre la influencia de la tensión entre Cataluña y el estado en la intención de voto. Pero lo importante, insisto, es la conclusión. Sanz, profesional del ramo, lamenta la distorsión que el CIS sufre en su gestión científica. Y es verdad. El CIS se ha dejado tentar para convertirse en una suerte de bola de cristal pronosticadora de resultados electorales, desertando de su verdadera función, que es la de pulsar el estado de opinión y las actitudes de la población, para ofrecer elementos de juicio a la gente responsable de la política. Claro que también hay que añadir que, en buena parte, a esta gente responsable de la política y de la gobernanza, lo que piensa. hace y quiere la población, le tiene sin cuidado. A esta gente, lo único que le importa es como puede -fake news mediante- atraer el voto a su papeleta. Y después de las elecciones, ojos que te vieron dir...