Con la proa p'al marisco, el culto a los parlamentos. Lo que ntratan de salvar es la monarquía y al IBEX35 - por Maribel Santana
Otra vez que Padylla coge la mosca al vuelo y aprovecha la oportunidad, desde LA OPINIÓN y LA PROVINCIA, para recochinearse del genuflexo Clavijo, un presidente al que habrá que cambiar el apelativo por el "Titanic", porque es inhundible
Fraga, Patricia, Jesús, Aarón, Ornella ¿Ingenuidad o ruindad? Por sus hechos les conocerán
Escribo "partido mal llamado socialista canario" y acierto, aunque también tengo que afirmar que la culpa de su bochorno, como el de sus mayores, el español mal llamado socialista y obrero, no es de su militancia, nutrida de gente tan llena de buenas intenciones como de ingenuidad, sino de sus direcciones. Ese gentuallo que, acá y allá, se ha adueñado del mangoneo de unos partidos, para embarrar sus gloriosas trayectorias históricas, jeringándolas al servicio de los oscuros intereses personales y de la injustificada -pero muy explicable- sumisión al neoliberalismo.
Cancio Hernández-Tizón escribe en DIARIO DE AVISOS este certificado de la debacle electoral de Cc y de su candidata, oramas, a la que se le desborrifan los argumentos.
Empezaré por recordar que en la cabecera del blog personal de quien ocupa la presidencia del gobierno de Canarias campea una bandera que no es, ni la autonómica ni, mucho menos, la estrellada nacional canaria. La homilía dominical de Paulino en su blog mantiene su linea impenitente. Hablar siempre como un candidato, en futuro, haciendo promesas. Se supone que un personaje que lleva toda la vida en política y gobernando, debe presentar una panoplia de logros y, con base en tales resultados positivos, proponer nuevas iniciativas. Solamente quien aspira a ocupar el poder por primera vez tiene derecho a hablar en futuro. Quien gobierna y ha gobernado, debe hablr, primero en pasado. Claro que esta verdad incuestionable lleva implícita la necesidad de que ese pasado haya sidfo positivo. Es obvia la imposibilidad de Paulino en ese sentido. Y Paulino aprovecha la coyuntura -es lo que hace siempre el oportunista- para hacer otro intrépido llamamiento a plantarle cara al poder central. Algo en lo que, mira tú, tiene razón. Lo que pasa es que Paulino carece de las hechuras de líder y conductor de masas que él cree poseer. En definitva, Paulino es consecuente con su praxis: mantener firme el timón en rumbo de encontronazo con el desastre.