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viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.
racial
Firmas

Segregación racial con los canarios.- por isidro Santana León

 

isidro santana leónUna canallada más: la arrogancia y el abuso del Poder con los más débiles y con los nuestros. A los jueces nunca les tiembla el pulso cuando hay que dictar sentencias draconianas contra los pobres, pero son muy timoratos y cobardes si se trata de condenar a los poderosos y corruptos, tal y como vemos a diario. La denuncia contra esta mujer –Arancha Rodríguez– y su medio de vida –una granja de cabras en el término de La Oliva–, la incoa Ana Batista –responsable de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural–, política que está de paso y que se llena los bolsillos a costa de lo público, carente ella de la más mínima sensibilidad con las personas que se ganan la vida honradamente, menos con los especuladores a quienes les suelen bailar el agua y ante los que se inhiben o pliegan, a saber por qué...

Sociedad

La guerra racial, el capitalismo y la ideología (Maciek Wisniewski)

franco berardi maciek winiesksky

No hay consuelo ni momento de alivio, por la multitud de asuntos que nos atribulan el ánimo. Donde quiera que uno mire, se observa avanzar la amenaza. Pero no hay que bajar los brazos, y mantener el espíritu de lucha contra el mal. Lo que cuenta y reflexiona Maciek Wisniewski,apoyándose en Franco Berardi (Bifo) en el mexicano LA JORNADA, en texto destacado por Francisco Morote, de ATTAC Canarias, debe animarnos a enfrentarnos contra la intolerancia y la estupidez. El neoliberalismo, como versión actualizada del fascismo que es, exacerba también la animalidad racial. El nuevo fascismo recorre de nuevo los caminos que en los años 30 del siglo pasado transitaran sus antecesores. Es el mismo escenario, actualizado, que abrió el telón de la Guerra Mundial.

Firmas

Nelson Mandela: su lucha contra la segregación racial y las injusticias sociales - por Sebastián Ramírez Suárez

Nelson Mandela fue un revolucionario táctico para una estrategia. La contradicción principal que su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA), tenía que resolver, era la de conseguir vencer el apartheid institucionalizado y “legalizado” por el Estado de los Afrikaners de Sudáfrica. Eso le costó 27 años de cárcel, junto con otros camaradas de su partido.